Lucas, La Mochila Verde Y El Secreto De Ramona

Lucas, La Mochila Verde Y El Secreto De Ramona

Vocabulario:

 

    1. Carpeta: Objeto para guardar y organizar papeles.
    2. Viernes: Día de la semana. Es el quinto día hábil, antes del sábado.
    3. Botella: Recipiente (de plástico o vidrio) que sirve para llevar líquidos, como agua.
    4. Gorra: Prenda deportiva que se usa en la cabeza para protegerse del sol.
    5. Bocadillo: Comida pequeña o ligera como un sándwich.
    6. Marcador: Lápiz grueso que pinta fuerte, usado para escribir o subrayar.
    7. Despistado: Persona que se olvida fácilmente de las cosas o no presta atención.
    8. Investigación: Acción de buscar información o resolver un misterio.
    9. Bolsillo: Parte de la ropa o de una mochila donde se pueden guardar cosas pequeñas.
    10. Rama: Parte del árbol que sale del tronco, donde se posan animales como aves o iguanas.

    ¡Hola! ¿Qué tal?

    Soy la profesora Albanys. 

    En esta historia vamos a acompañar a Lucas y a su clase en una excursión escolar muy especial. Todo parece normal, hasta que su bocadillo desaparece misteriosamente. ¿Dónde está? ¿Quién lo tomó?

    Desde que sonó la campana esa mañana, algo en el aire decía que ese viernes sería especial.

    La clase estaba llena de energía. Iban de excursión al parque ecológico de la ciudad y nadie podía quedarse quieto. La profesora Marta, con su carpeta en la mano, trataba de mantener el orden.

    —¡A ver, mochilas al suelo! Vamos a revisar. Recuerden traer su botella de agua, una gorra y su bocadillo —decía mientras marcaba la lista con su marcador azul.

    Lucas, un niño despistado y con mucha imaginación. Tenía una mochila verde con un dinosaurio sonriente y un bolsillo que nunca cerraba bien. Durante el camino, hablaba sin parar:

    —¿Ustedes sabían que las iguanas pueden nadar? ¿Y que hay tortugas que viven más de cien años? Yo quiero ver un dragón, pero de verdad… —decía, sin importarle si alguien le respondía.

    Después de una caminata bajo el sol, el grupo llegó a una zona con árboles altos, bancos de madera y sombra generosa. Todos se sentaron en círculo para almorzar. Lucas abrió su mochila… y su cara cambió.

    —¡No está! ¡Mi bocadillo desapareció!

    Hubo un pequeño silencio y luego un murmullo general.

    —¿Seguro que lo trajiste?
    —¿Lo comiste en el autobús?
    —¿Lo pusiste en el bolsillo grande?

    Lucas negó con la cabeza.
    —¡Estaba ahí! ¡Yo lo vi esta mañana!

    La profesora Marta propuso una pequeña investigación. Todos ayudaron a revisar, como detectives escolares. Lucas vació su mochila: una servilleta arrugada, su botella medio vacía, una piedra con forma de corazón, un lápiz sin punta… y, finalmente, en el bolsillo pequeño, apareció el bocadillo.

    Lucas lo levantó en alto y dijo:

    —¡El dinosaurio me lo escondió!

    Las risas fueron inmediatas. El misterio había sido resuelto.

    Pero la verdadera sorpresa llegó después. Ya con el estómago lleno, visitaron la zona de los reptiles. El guía, un señor con sombrero de safari, les mostró serpientes, tortugas y finalmente una iguana de color verde intenso, sentada muy quieta sobre una rama.

    —Esta es Ramona —dijo—. Fue rescatada hace unos meses y se ha adaptado muy bien.

    Lucas se quedó congelado. Dio un paso adelante con los ojos bien abiertos.

    —¡Es ella! ¡Es Ramona! ¡Mi iguana!

    El grupo entero lo miró, y la profesora frunció el ceño.

    —¿Cómo que tu iguana?

    Lucas bajó la voz.

    —Es un secreto. El año pasado la cuidamos en casa por unos días. Mi tío trabaja aquí, y me dejó ayudar… pero solo un poco. Ella y yo… nos hicimos amigos.

    La profesora sonrió. El guía también. Ramona, como si entendiera, giró la cabeza muy despacio hacia Lucas.

    Desde ese día, Lucas no solo fue el niño de la mochila verde. Fue también, para todos, el amigo de la iguana.

    Si te gustó esta historia, suscríbete y acompáñanos cada semana para descubrir nuevas palabras en español con aventuras divertidas y personajes inolvidables. ¡Hasta la próxima!

    Actividad de vocabulario

    Actividad de comprensión de lectura

    Un Viaje Para el Paladar: Descubriendo los Sabores de Perú

    Un Viaje Para el Paladar: Descubriendo los Sabores de Perú

    Vocabulario:

     

    1. Traigo: Presente para el sujeto yo del verbo traer. (Eu trago)
    2. Trago: Porción de agua u otro líquido, que se puede beber de una vez.
    3. Mezcla: Combinación de sustancias que se juntan.
    4. Jugo o juguito: Bebida hecha a base de frutas.
    5. Despejado: Libre o que no tiene estorbos. El cielo sin nubes.
    6. Lejos: Que algo está a una gran distancia.
    7. Sombrero: Prenda de vestir que cubre la cabeza, su función principal es proteger del sol, el frío o la lluvia, y también puede ser un elemento de moda y expresión personal.
    8. Delantal: El delantal o mandil es una prenda protectora externa que cubre principalmente el frente del cuerpo.

      ¡Hola! ¿Qué tal?

      Soy la profesora Albanys. Hoy te traigo una historia que mezcla el sabor, la cultura y el aprendizaje. Acompañaremos a Marcos y Camila en una aventura por Perú, donde el descubrimiento de frutas exóticas y jugos refrescantes se convierte también en una experiencia de inmersión en el idioma español. Porque viajar no es solo moverse de un lugar a otro: es también un viaje sensorial y lingüístico.

      Era temprano por la mañana cuando Marcos y Camila salieron a caminar por las calles de Cusco. El aire estaba fresco, y el cielo, despejado. A lo lejos, se escuchaban los sonidos de un mercado local que ya estaba en plena actividad. Decidieron seguir la música, las voces y los aromas… hasta que llegaron a un colorido mercado al aire libre.

      —¡Mira esto, Camila! —exclamó Marcos señalando una pirámide de frutas que jamás habían visto.

      Allí estaban: la lúcuma, de color amarillo intenso; la chirimoya, con su forma irregular y dulce; el tumbo, con su aspecto parecido a la maracuyá; y muchas más.

      Una señora, con sombrero tradicional y delantal, los saludó con una sonrisa.

      —¿Quieren probar un juguito? Tengo de maracuyá, mango, camu camu… ¡y también de aguaje!

      Camila aceptó encantada un vaso de jugo de camu camu. El sabor era ácido pero refrescante. Mientras bebían, la señora les explicó:

      —El camu camu tiene muchísima vitamina C, es bueno para las defensas.

      —¿Y este cómo se llama? —preguntó Marcos señalando una fruta redonda, de color oscuro.

      —Ese es el aguaje. Aquí decimos que es bueno para la piel y las hormonas, sobre todo para las mujeres.

      Entre un trago y otro, Camila iba anotando nuevas palabras en su libreta de viaje:

      • Jugo natural,
      • ácido,
      • dulce,
      • refrescante.

      Aprender español en medio del mercado era mucho más divertido de lo que imaginaban. No había libros, ni tareas: solo curiosidad, conversación y sabores intensos.

      Fue entonces cuando sucedió el momento inolvidable. Mientras Marcos trataba de repetir la palabra “chirimoya” con acento local, confundió las sílabas y dijo:

      —¿Puedo probar una “chilinoña”?

      La vendedora soltó una carcajada:

      —¡Ay, joven! Esa no existe, pero suena como que la Chilindrina es una doña.

      Todos rieron, y Marcos se puso rojo como un tomate.

      Camila miró a Marcos, aún riéndose, y dijo en voz baja:
      —¿Te das cuenta de todo lo que estamos aprendiendo solo por venir aquí?

      Él respondió:
      —¡Sí, es un viaje para el paladar… y para la mente! Y para mejorar mi pronunciación, por favor…

      Esa mañana en el mercado no solo probaron frutas que nunca habían imaginado, también practicaron español, conocieron a gente amable y descubrieron que cada sabor trae consigo una historia, una palabra nueva y una forma distinta de ver el mundo.

      Así como Marcos y Camila, cada vez que abrimos nuestros sentidos, también abrimos puertas al aprendizaje. Viajar no solo era descubrir lugares, sino también aprender nuevos sabores y palabras.

      Y tú, cuéntame:
      ¿Qué frutas típicas hay en tu país o región? ¿Cómo las comes: frescas, en jugo, o en postres?
      ¡Te leo en los comentarios!

      Actividad de vocabulario

      Actividad de comprensión de lectura

      El Apartamento Perfecto Para su Viaje Soñado: Buscando un Hogar Lejos de Casa

      El Apartamento Perfecto Para su Viaje Soñado: Buscando un Hogar Lejos de Casa

      Vocabulario:

       

      1. Todavía: Indica que algo sigue igual, que no ha cambiado. (En portugués: ainda).
      2. Habitaciones: Son los cuartos dentro de una casa, apartamento, hotel, etc.
      3. Pantalla: Parte de un dispositivo (como una computadora o un celular) donde se ve la imagen.
      4. Cerca: A poca distancia; no lejos.
      5. Malecón: Camino o paseo junto al mar, río o lago, construido para disfrutar el paisaje o proteger la costa. (En portugués: calçadão à beira-mar / orla).
      6. Baño: Habitación de una casa donde se encuentra el inodoro, la ducha, el lavabo, etc.
      7. Acogedora: Que transmite comodidad, calidez o un ambiente agradable.
      8. Balcón: Plataforma que sobresale de una pared, generalmente en los pisos altos. (En portugués: varanda / sacada). 
      9. Terraza: Espacio abierto y plano, generalmente en la parte superior de un edificio o junto a una vivienda, usado para descansar o recrearse.
      10. Estar en apuros: Estar en una situación difícil o con problemas.
      11. Rato: Un período corto de tiempo (no exacto).
      12.  Hamaca: Cama de tela o cuerda que se cuelga entre dos puntos para descansar o dormir. (En portugués: rede).
      13. Presupuesto: Cantidad de dinero disponible para gastar en algo. (En portugués: orçamento).
      14. Maletas: Bolsos grandes donde se guardan cosas para un viaje.

        ¡Hola! ¿Qué tal?

        Soy la profesora Albanys y hoy te voy a contar cómo Marcos y Camila se preparan para sus vacaciones, comenzando por escoger el hospedaje ideal.

        Faltaban pocas semanas para su viaje a Perú y Marcos y Camila estaban emocionados por cada detalle. Ya tenían los vuelos comprados y una lista de lugares para visitar, pero todavía les faltaba algo importante: encontrar el hospedaje perfecto. Mientras comparan habitaciones, cocinas y terrazas, tú puedes aprender nuevo vocabulario en español y descubrir qué detalles no pueden faltar en su estadía.

        Sentados en el sofá de su apartamento en São Paulo, abrieron la computadora y empezaron a revisar opciones.

        —Mira este —dijo Camila, señalando su pantalla—. Es un apartamento en el centro de Lima, cerca del malecón.

        —A ver… —Marcos se inclinó para ver mejor—. Tiene sala de estar amplia, una cocina equipada, y aquí dice que el baño tiene agua caliente las 24 horas.

        —Eso es importante —asintió Camila—. Pero el dormitorio me parece un poco pequeño, y solo tiene un ventilador. ¿No hará calor por las noches?

        —Puede ser. Vamos a ver otro.

        Marcos buscó una nueva opción y encontró una casa pequeña pero acogedora en un barrio más tranquilo.

        —Mira esta —dijo—. Tiene un balcón con vista al jardín y el dormitorio tiene una cama grande.

        —¡Eso me gusta! —dijo Camila emocionada—. Además, la cocina es más grande y tiene horno y microondas.

        —Pero el problema es que solo tiene un baño, y si hay problemas con la ducha, estaremos en apuros —dijo Marcos.

        Siguieron comparando opciones, revisando si las casas tenían aire acondicionado, ventanas grandes o incluso un espacio de trabajo por si necesitaban usar la computadora.

        Después de un rato, Camila encontró la opción ideal.

        —¡Aquí está! Un apartamento con dormitorio amplio, sala de estar con sofá cómodo, cocina moderna y hasta una terraza con hamacas.

        —¿Y cuánto cuesta? —preguntó Marcos.

        —Está dentro de nuestro presupuesto y, además, los comentarios dicen que el anfitrión es muy amable.

        —¡Reservado! —dijo Marcos, presionando el botón de confirmación—. ¡Ahora sí, a preparar las maletas!

        Con el alojamiento listo, su aventura estaba a punto de comenzar.

        ¿Y tú? ¿Ya planeaste tus próximas vacaciones? 

        Te invito a aprender español con nosotros para disfrutar mucho más de tu próximo viaje a un país hispano.

        Actividad de vocabulario 1

        Actividad de vocabulario 2

        Actividad de comprensión de lectura

        Un Corte de Cabello y Muchos Malentendidos

        Un Corte de Cabello y Muchos Malentendidos

        Vocabulario:

         

          1. Peluquera: Persona que trabaja cortando y arreglando el cabello en una peluquería.
          2. Logró: Alcanzó, consiguió o tuvo éxito en algo.
          3. Peluquería: Establecimiento donde se cortan, arreglan y cuidan el cabello.
          4. De hecho: Expresión que se usa para confirmar o enfatizar una información. (De fato).
          5. Rubia: Persona con el cabello claro, generalmente amarillo o dorado. (Loira).
          6. Pelirroja: Persona con el cabello de color rojo o naranja. (Ruiva).
          7. Falsos amigos: Palabras en dos idiomas que se parecen pero tienen significados diferentes.
          8. Pelo largo: Cabello de gran longitud. (Cabelo comprido). 
          9. Rato: Un período corto de tiempo.
          10. Broma: Chiste o comentario gracioso que se hace sin intención de ofender. (brincadeira).

          ¡Hola! ¿Qué tal?
          Soy la profesora Albanys y hoy te voy a contar cómo Ana logró comunicarse con una peluquera para conseguir el cabello que quería.

          Ana fue a España para hacer un curso importante para su carrera. Ya llevaba un mes viviendo allí y tenía unas ganas inmensas de ir a la peluquería, ¿te ha pasado?
          Pero tenía mucho miedo porque apenas conseguía saludar en español. Casi siempre podía entender lo que le decían cuando las personas hablaban despacio. De hecho, esa era una de las frases que conocía muy bien: «¿Puedes hablar más despacio, por favor?»

          Una tarde, mientras pasaba por una peluquería que ya había visto varias veces, se armó de valor y entró. Una mujer se le acercó, la saludó y le preguntó:
          —¿Qué quieres hacerte hoy?

          Ana comenzó a decir:
          —Buenas tardes, yo quería dejar de ser ruiva, quero o cabelo loiro, ¿sabe?

          La peluquera, cuyo nombre era Lucía, un poco confusa pero con una sonrisa amable, le dijo:
          —¿Perdona? ¿Dejar de ser rubia? Pero eres pelirroja.

          Ana, segura de que lo había dicho bien, asintió con entusiasmo:
          —¡Sí, sí! Quiero dejar de ser rubia y tener el cabello loiro.

          Lucía parpadeó varias veces. Para asegurarse, tomó una paleta de colores y señaló un tono rubio:
          —¿Este color te gusta?

          Ana asintió con la cabeza:
          —Sí, ese… Yo quiero ser loira, ¡no rubia!

          Lucía, aún con la paleta de colores en la mano, le dijo:
          —A ver, ahora mismo eres pelirroja y quieres ser rubia.

          Y le mostró cómo se escribían estas palabras en español. Ana entendió que estaba ante uno de esos “falsos amigos”, esas palabras que se parecen, pero tienen un significado diferente. Entonces, le dijo a Lucía que quería su cabello de ese color.

          —De acuerdo, vamos a lavarte el cabello primero.

          Mientras preparaba los productos para el tinte, Lucía le preguntó sobre el corte:
          —¿Y cómo quieres el corte?

          Ana, recordando que no quería un cambio drástico, respondió:
          —Ah, solo quiero cortar las pontas, porque me gusta el cabello grande.

          La peluquera repitió en tono de pregunta:
          —¿¿Grande??

          Ana, convencida de que lo estaba diciendo bien, reafirmó:
          —Sí, grande, no corto.

          Lucía soltó una risita y le explicó:
          —Entiendo, lo que quieres es mantener el pelo largo, no grande.

          Ambas sonrieron, y Ana se relajó un poco. Aunque no entendía todo, por lo menos ya había aprendido otra palabra nueva.

          Durante el proceso, Lucía le ofreció otros servicios del salón:
          —¿Quieres un tratamiento para hidratar el cabello? ¿Quizás un peinado especial?

          Ana, todavía un poco asustada con los falsos amigos, prefirió no arriesgarse:
          —No, gracias. Solo las puntas, ¿vale?

          Finalmente, después de un rato, Lucía giró la silla para que Ana se viera en el espejo. Su cabello rubio, brillante y bien cuidado, caía en suaves ondas, exactamente como ella quería.

          Ana sonrió de oreja a oreja:
          —¡Me encantó! Muchas gracias.

          Lucía sonrió satisfecha:
          —Me alegra mucho. Y la próxima vez, ¡te espero para hacerte un corte grande! —dijo, en tono de broma.

          Ambas rieron de nuevo, y Ana salió del salón sintiéndose más segura.
          Mientras caminaba de vuelta a casa, tomó una decisión:

          «Definitivamente, tengo que empezar a estudiar español. La próxima vez que venga a España o visite otro país hispano, quiero comunicarme mejor, sin tantas dificultades y malentendidos.»

          Y así, Ana no solo salió del salón con un nuevo look, sino también con una nueva meta: aprender español para que su cabello y sus conversaciones siempre sean perfectos.

          Espero que hayas disfrutado esta divertida historia de Ana y sus malentendidos en la peluquería. Si no quieres pasar por situaciones similares, ¡anímate a estudiar español con nosotros! Aprender un nuevo idioma no solo te ayudará a comunicarte mejor, sino que también te abrirá las puertas a nuevas experiencias y culturas. ¡Nos vemos en la próxima historia!

          Actividad de vocabulario

          Actividad de comprensión de lectura

          Cine, Chucherías y Diversión: La Historia de los García

          Cine, Chucherías y Diversión: La Historia de los García

          Vocabulario:

           

            1. Chucherías: Golosinas, dulces y snacks que se toman por gusto o entretenimiento.
            2. Cartelera: Lugar donde se muestran las películas disponibles en un cine con sus horarios.
            3. Taquilla: Lugar donde se compran los boletos para entrar al cine, teatro, etc.
            4. Butacas: Asientos en la sala de cine donde el público se sienta para ver la película.
            5. Palomitas: Granos de maíz inflados, típicos para comer en el cine (pipoca).
            6. Película: Producción audiovisual que cuenta una historia y se proyecta en el cine.
            7. Entradas: Boletos que permiten el ingreso a una función de cine, teatro, etc.
            8. Dibujos animados: Películas o series hechas con animaciones, generalmente dirigidas al público infantil.
            9. Galletas: Dulces horneados, crujientes, que se pueden comer como merienda.
            10. Subtítulos: Texto que aparece en la pantalla con la traducción o transcripción del diálogo de una película.

            ¡Hola! ¿Qué tal?

             

            Soy la profesora Albanys y hoy te voy a contar la historia de la familia García en el cine. Será una aventura divertida que te ayudará a aprender el vocabulario necesario para disfrutar de una experiencia cinematográfica en español. Desde la cartelera hasta las chucherías, pasando por la taquilla y las butacas, esta historia te enseñará todo lo que necesitas saber para vivir una experiencia de cine completa. Así que prepárate para un día lleno de risas, sorpresas y, por supuesto, muchas palomitas. ¡Vamos al cine con los García! 

            Una tarde soleada de sábado, la familia García decidió ir al cine para ver una película juntos. Todos estaban emocionados, especialmente los más pequeños, Pablo y Ana, quienes no paraban de hablar sobre las chucherías que comprarían.

            Cuando llegaron, el señor Manuel fue a hacer la fila para comprar las entradas en la taquilla, mientras la señora Lucía y los niños miraban la cartelera. —¡Quiero ver la de los superhéroes! —gritó Pablo, señalando con entusiasmo un póster. Ana, en cambio, prefería una película de dibujos animados. Después de un breve debate familiar, decidieron ver ambas: una hoy y otra el próximo fin de semana.

            Con las entradas en la mano, fueron a la tienda del cine. —¡Unas palomitas grandes y refrescos para todos! —pidió Manuel. —Y no olviden las chucherías —añadió Ana con una sonrisa. Así que también compraron chocolates y galletas.

            La familia entró en la sala y se acomodaron en sus butacas, justo a tiempo para ver los tráilers de las próximas películas. —Esa también la veremos —le dijo Lucía a Manuel mientras los niños decían que sí con emoción. 

            Antes de que comenzara la película, Lucía les dijo a los niños: —Pero esa la veremos en su idioma original con subtítulos. Así que van a tener que leer para entender. Los niños estaban curiosos y listos para vivir la experiencia.

            La película comenzó y todos quedaron impresionados con el sonido envolvente. Sin embargo, en medio de una escena de acción, un sonido extraño interrumpió la proyección. —¡Es mi teléfono! —exclamó Manuel. La sala entera se rió, y él lo puso en silencio rápidamente.

            A pesar del incidente, la familia disfrutó mucho la película. Al salir, Ana comentó: —¡Fue el mejor día en el cine! Excepto por el teléfono de papá. Todos rieron mientras prometían hacer de las visitas al cine una tradición familiar.

            Fue una tarde llena de risas, chucherías y una película que recordarán por mucho tiempo.

            Cuéntame, ¿te gusta ir al cine tanto como a mí? Me encantaría conocer tus experiencias y saber si tienes alguna película favorita en español para recomendar. 

            Si te gustó esta historia y quieres más contenido como este, síguenos en nuestras redes sociales para seguir aprendiendo y divirtiéndote con el español. ¡Nos vemos en la próxima publicación!

            Actividad de vocabulario

            Actividad de comprensión de lectura