
De Profesora de Español a Entrenadora de Románticos Desesperados
Vocabulario:
- Meter la pata: Cometer un error.
- Sonrojar: Ponerse rojo en la cara por vergüenza o timidez.
- Cachos: En español, «cuernos»; se usa para referirse a la infidelidad.
- Enojarse: Sentir rabia.
- Pegar: Golpear a alguien o algo con la mano u objeto.
- Risita: Risa suave y contenida.
- Vaya: Expresión que denota sorpresa, asombro o admiración.
- Echarse a reír: Comenzar a reírse de forma espontánea.
- Rizos: Cabello rizado o con bucles.
- Duda: Falta de certeza sobre algo.
- Jugar una mala pasada: hacerle a alguien algo inesperado que lo perjudica o pone en una situación incómoda.
Para escuchar
Hola! ¿Cómo estás?
Te cuento algo curioso: ser profesora de español a veces va más allá de enseñar solo palabras y frases. Mis clases terminan siendo una mezcla de cultura, hábitos, vida diaria… ¡y hasta consejos románticos! Sí, así como lo oyes. ¿Alguna vez te has encontrado en una situación donde el idioma te juega una mala pasada? Pues eso le pasó a Rodrigo, un alumno que me pidió algo que no me esperaba.
— Profe, ¿me puedes ayudar con algo? —me dijo, medio avergonzado.
¿Qué te imaginas que me pidió? Yo pensaba que sería una duda típica de gramática o algo así. Pero no…
— Es que… me gusta una chica hispana. Es paraguaya, y quiero impresionarla, pero la primera vez que lo intenté, metí la pata.
¡Aquí fue cuando supe que venía una historia buena! Yo ya sospechaba que se trataba de un malentendido de esos que te hacen sonrojar.
— ¿Y qué pasó? —le pregunté, curiosa, esperando el desastre.
— Le dije que tenía unos cachos muy bonitos, pero ella se enojó y casi me pega.
¡Imagina mi cara! ¡Cachos! No pude evitar soltar una risita, aunque intenté contenerme. Rodrigo siempre tenía esas formas creativas de expresarse, pero esta vez… ¡vaya error!
— Rodrigo… ¿Sabes lo que significa cachos en español? —le pregunté, preparándome para su reacción.
Él me miró a través de la cámara, confundido, como preguntándose qué había hecho mal.
— Pensé que era el cabello así, como encaracolado.
¡Claro! En portugués, cachos significa eso, pero en español, cachos significa cuernos, es decir, lo que tienen algunos animales en la cabeza. También se usa para cuando alguien es infiel. O sea, le dijiste que tenía unos cuernos muy bonitos.

Los ojos se le abrieron como platos. ¿Te imaginas estar en su lugar? Primero el horror, y luego se echó a reír. ¡Y cómo no!
— ¡No puede ser! ¡Yo solo quería decir que su cabello era lindo! —me dijo entre risas.
Le aclaré lo que debía haber dicho:
— Lo correcto era decir «tienes unos rizos muy bonitos». ¡Cuidado con esos falsos amigos!
Entre risas, me dijo:
— ¡Ay, profe! Ahora entiendo por qué se enojó tanto.
Pero la cosa no terminó ahí. Rodrigo tenía otra duda, y esta también te puede sonar familiar.
— Quiero decirle que me gusta, pero no quiero que se confunda entre «te quiero» y «me gustas». ¿Qué hago?
¿A ti también te confunden estas expresiones? Le expliqué lo básico:
— «Me gustas» es lo que dices cuando alguien te atrae. «Te quiero» ya es algo más profundo, como cariño, y «te amo»… bueno, eso ya es lo más fuerte que puedes decir.
Rodrigo tomó nota como si de eso dependiera su éxito romántico.
— Entonces, si le digo «me gustas», ¿no la asusto?
— Exacto, pero cuidando las palabras, Rodrigo. Y claro, esta no es una táctica infalible, pero es probable que, al menos, esa chica paraguaya con lindos rizos te devuelva el saludo.
Terminamos la clase riéndonos de la situación, y mientras se desconectaba, me quedé pensando: a veces, no solo enseño gramática… también ayudo a mis alumnos a abrir su corazón sin tropezar con los malentendidos.
Si tú también quieres evitar los falsos amigos del español y asegurarte de que tus conquistas amorosas sean un éxito, no dudes en aprender con nosotros. ¡Tu próxima conversación puede ser la clave del corazón de alguien!