Vocabulario:
- Mientras: paralelamente. Al mismo tiempo.
- Interrogantes: preguntas.
- Lograr: conseguir.
- Aprendiente: persona que aprende.
- Recurrir: ir a una persona o cosa en busca de ayuda o remedio.
- Sin embargo: conector que significa PERO.
- Echar mano: disponer, utilizar.
Para escuchar
En los tiempos que corren, existe una avalancha de promesas, métodos, maneras y recetas para aprender español o cualquier otro idioma: alcanzar la fluidez sin estudiar gramática o apenas escuchando algunos audios mientras dormimos, son algunas de las ofertas más osadas.
La mayoría de esas promesas son intentos muy simplistas de explicar procesos mentales que en la realidad son bastante complejos. Es el caso del tema de NO traducir para aprender otro idioma, el cual pareciera que genera más preguntas que respuestas.
La buena noticia es que, gracias a estudios de resonancia magnética para observar el cerebro mientras este está en funcionamiento, las neurociencias han hecho grandes aportes que nos pueden ayudar a esclarecer muchas interrogantes. Te invito a conocer algunos detalles.
¿Es posible aprender otro idioma sin traducir?
Para un niño menor de 6 años no solo es posible, sino que es la única forma. Ellos lo logran, gracias a que tienen la capacidad de asociar dos palabras de idiomas diferentes a un mismo concepto. Un ejemplo de ello sería “BRINQUEDO” (en portugués) y “JUGUETE” (en español), que en el cerebro de un niño podrían estar asociados a: muchas cosas divertidas que tengo en mi cuarto y que puedo tomar con libertad.

Este es el momento en el cual el cerebro posee más neuronas y la mayor cantidad de sinapsis, o conexiones neuronales. Pero a los 6 años ocurre la primera poda sináptica. Este es un proceso natural y necesario: se destruyen aquellas redes que no se utilizan, para evitar un gran caos, y se fortalecen las que sí se usan, con el fin de hacerlas veloces y eficaces.
Sin embargo, en la medida que el cerebro toma otra forma, su funcionalidad también cambia. De modo que pasamos a crear un concepto para cada idioma.
Posteriormente filtramos los mensajes de la lengua extranjera, a través de la materna, al menos al principio, para lograr darle un significado. El caso es que, a medida que nos hacemos más expertos, este proceso se acelera, hasta el punto de volverse imperceptible.
¿Es un error traducir para interpretar un mensaje en otra lengua?
Cuando comenzamos a aprender. necesitamos una gran cantidad de vocabulario, especialmente de sustantivos, adjetivos y verbos. En algunos casos, es casi inevitable que el aprendiente relacione las palabras con su significado en su lengua materna.
Pongamos por ejemplo el nombre de un color: claro que podemos mostrar al alumno el color y la palabra que lo designa en la lengua meta, pero no conseguiremos evitar que su cerebro recurra a los archivos de memoria de su lengua materna para darle significado, y no hay problema en eso.
Lo que si representa un obstáculo, es que el aprendiente intente asignarle un significado a un mensaje completo, traduciendo palabra por palabra.
Entonces, ¿la traducción funciona?
Como decía anteriormente, no está mal recurrir a la lengua materna para entender el significado de una palabra, sin embargo, para entender mensajes completos, no solo hace la comprensión más lenta, sino que en ocasiones la puede distorsionar completamente.
Tomemos en cuenta que, para entender un mensaje, a veces es necesario que echemos mano de recursos como: la entonación del emisor, el contexto, el acuerdo social… Por ejemplo: si un brasileño intenta traducir, palabra por palabra, la frase “POR SI A LAS MOSCAS”, probablemente imagine:
- Por: lugar o fecha a través del cual…
- Sí: afirmativo o condicional.
- A las moscas: para las moscas.
Resultado: lugar o fecha para afirmar a las moscas.
Eso sería totalmente incomprensible, y el proceso sería muy lento.

Lo importante, en este caso, es conocer un acuerdo social en el que un colectivo le asignó a esa frase el significado de: como una medida de precaución. Entonces la frase: VOY A LLEVAR UN PARAGUAS POR SI A LAS MOSCAS, significa: voy a llevar un paraguas como medida de precaución.
¿Qué puedo hacer para lograr esa fluidez, aun traduciendo?
No hay receta mágica: practicar mucho en contextos lo más próximos posible a la realidad. La inmersión es siempre una buena idea, porque permite conocer esos acuerdos sociales y muchos aspectos culturales que impregnan los mensajes: expresiones, gestos, refranes, dichos, contextos, entre otros. Para cuando esto no es posible, es muy útil tomar clases con un profesor nativo y competente, además de consumir mucho contenido en la lengua meta: videos, música, películas… Y, por qué no, planear unas vacaciones para un lugar en el cual se hable la lengua que estás aprendiendo.
Por último, me gustaría resumir esta idea: no debemos “demonizar” la traducción en el proceso de adquisición de una nueva lengua, sin embargo, debemos trabajar para lograr que sea cada vez más rápida, y para conocer los aspectos (culturales y sociales) envueltos en la transmisión de los mensajes.
Es en este último punto que Larara puede ayudarte: nuestros profesores son nativos y conocen muy bien los usos del español en contextos reales, además de estar capacitados para enseñarte el idioma. Es solo entrar en contacto y pedir información.
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