Vocabulario:
- Vecino: Persona que vive en una casa o apartamento al lado o cerca de la tuya.
- Comisaría: Oficina de la policía donde se ponen las denuncias y donde trabajan los agentes.
- Quejas: Expresiones o palabras con las que una persona muestra su inconformidad o disgusto por algo.
- Señal: La conexión o la comunicación que permite que la tecnología funcione (como el celular, la televisión o el internet).
- Apagar: Detener o interrumpir el funcionamiento de un aparato.
- Encender/prender: Iniciar o comenzar el funcionamiento de un aparato (hacer que funcione).
- Rato: Un periodo o espacio de tiempo corto, pero indefinido.
- Asomar: Mover una parte del cuerpo, generalmente la cabeza, para mirar por una ventana o una puerta.
- Derecho/derechito: Ir en línea recta, directamente a un lugar, sin desviarse o detenerse.
- Contraseña: Una combinación secreta de letras, números o símbolos que se usa para verificar la identidad de un usuario y darle acceso a una cuenta, dispositivo o red (como el Wi-Fi).
- Quedarse de brazos cruzados: Expresión que significa no hacer nada ante un problema o situación.
- Hay gato encerrado: Expresión que se usa cuando existe algo oculto, una razón secreta o una intención no muy honesta o sospechosa.
Para escuchar
¿Alguna vez el internet te ha fallado justo en el momento más emocionante de una serie?
A mi tía le pasó algo así… pero ella no se quedó de brazos cruzados.
En esta historia descubrirás cómo terminó en la comisaría denunciando el robo de su Wi-Fi.
Además de reírte, aprenderás vocabulario y expresiones muy útiles sobre tecnología, quejas y denuncias en español.
El otro día mi tía me contó:
Ay, hija, tú no sabes lo que me pasó la semana pasada.
Resulta que estaba en mi casa, tan tranquila, viendo mi novela favorita en el celular —porque en la tele solo pasan fútbol, y yo de eso no entiendo nada—, cuando de repente la señal se fue. El internet estaba más lento que tortuga con sueño.
Intenté todo: apagué y volví a encender, le grité al router, esperé un rato… y nada. No funcionaba.
Al día siguiente pasó otra vez. Y al siguiente también. Entonces yo dije: “Aquí como que hay gato encerrado”.
Empecé a observar con atención, y me di cuenta de que cada vez que mi vecino de al lado prendía la televisión, mi Wi-Fi desaparecía. ¡Desaparecía, hija! Como por arte de magia.
Yo me asomé por la ventana y lo vi ahí, con una sonrisa sospechosa, viendo videos en su computadora.
En ese momento lo supe: ¡me estaba robando el internet!
Así que tomé mi bolso, apagué la estufa y me fui derechito a la comisaría.
Entré muy decidida y le dije al agente:
— Buenos días, vengo a poner una denuncia.
El agente me miró serio y preguntó:
— ¿Qué le han robado, señora?
— ¡El Wi-Fi, agente! ¡Me lo roban todos los días a las seis de la tarde!
El hombre trató de aguantar la risa, pero yo estaba muy indignada.
— Mire, señora —me dijo—, eso no es exactamente un robo; quizá se conectaron a su red sin permiso.
— ¡Pues eso es un robo tecnológico! —le respondí—. Y quiero que me devuelvan mis megas.
Al final, el agente me explicó cómo cambiar la contraseña y ponerle un nombre diferente a la red.
Ahora mi Wi-Fi se llama “Atrévete y te denuncio”, y desde entonces nadie más se ha conectado.
Y yo, feliz, volví a ver mi novela sin interrupciones.
Y hasta aquí la historia de hoy.
Si te gustó, compártela o cuéntame en los comentarios qué harías tú si descubres a tu vecino robándote el Wi-Fi.
¡Hasta la próxima historia… y que tu Wi-Fi esté siempre de tu lado!







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