Vocabulario:
- Monigote: muñeco o figura grotesca.
- Confección: producción de una cosa material a partir de la combinación de sus componentes.
- Recopilan: del verbo recopilar, que significa juntar o reunir varias cosas dispersas.
- Pantalones: pieza de vestir que cubre las piernas parcial o totalmente.
- Guantes: pieza para proteger o cubrir las manos.
- Albañiles: personas que se dedican a la construcción.
- Corbata: pieza de vestimenta formal que se usa en el cuello.
- Paja: tallo delgado de los cereales, una vez seco y separado del grano.
- Cartón: pieza gruesa y dura, compuesta de varias capas de pasta de papel.
- Aserrín: conjunto de partículas que se desprenden de la madera al serrarla.
Para escuchar
Una de las tradiciones que más disfrutaba en Los Andes Venezolanos era la quema del Año Viejo. Esta simpática costumbre se practica en muchos países de Latinoamérica y significa dejar atrás el tiempo que termina, para dar la bienvenida al año nuevo. Se trata de la confección de un monigote que será quemado el 31 de diciembre a las 12 de la noche.
El Frankenstein del vecindario.
En la confección del Año Viejo intervienen los más dedicados artesanos y especialistas en el arte de la parodia del barrio, quienes con el fin de divertirse y divertir a los vecinos, recopilan un conjunto de piezas y materiales exclusivos: la camisa vieja de don Pancho, los pantalones de Pedro, los zapatos gastados de Juan, el sombrero del difunto don Melquiades, los guantes que usaron los albañiles para hacer la casa de Doña Lola; en fin, piezas donadas, prestadas (que nunca serán devueltas) y hasta tomadas sin el permiso de sus dueños…
Ya podrás imaginar la impresión del Dr. Márquez cuando percibió que el año viejo llevaba su corbata preferida.
Después de reunir las piezas, se buscan los materiales que servirán de relleno: papel de periódico, paja, cartón, aserrín… Casi cualquier cosa que se pueda incendiar, además de fuegos artificiales y pólvora para hacer más emocionante el momento de la quema.
Este año quemamos al alcalde.
Algunos más elaborados que otros, los Años Viejos son diversos y muy diferentes entre sí. Inclusive los más divertidos tienen la apariencia de algún personaje conocido, en especial políticos y artistas. Pero mis preferidos son las representaciones de los habitantes de la localidad, a quienes no siempre les parece simpático ver un muñeco con su apariencia quemándose públicamente mientras los vecinos se divierten.
Pero particularmente creo que quienes llevan la peor parte son los políticos, quienes muchas veces tienen que estar presentes en la quema de su propia representación, y además aplaudir y sonreír.

El testamento del moribundo.
No conforme con un muñeco irreverente, los artistas de estas parodias escriben un testamento de parte del viejo moribundo, para las personas del barrio. La mayoría de estos documentos son auténticas joyas literarias. A continuación, un trecho de un testamento clásico del Año Viejo.
Ya la hora se aproxima,
ya llegó el fatal momento
en que el año se termina.
¡Voy a hacer mi testamento!
Acércate ya, Sagrario,
trae el cuaderno que tienes,
que a la gente de este barrio
voy a repartir mis bienes.
A mi estimado Don Pablo
le dejo mi mejor tesoro
mi diccionario de vocablos
para que hable mejor que loro.
A mi compadre Harmonio
que se ve muy decidido
le dejo un recordatorio
pa’ que cumpla lo prometido.
A las vecinas les dejo
con mucho amor y cariño
este valioso consejo
pa´ retener al marido
(…)
El mejor Año Viejo.
Con el ánimo de preservar y darle más fuerza a esta tradición, muchas autoridades organizan concursos en los cuales un jurado elige el mejor Año Viejo con sus respectivos testamentos, empleando criterios como originalidad y estética. Finalmente, el equipo de artesanos que confeccionó el Año Viejo ganador, recibe un jugoso premio.
Lo cierto es que, en este 31 de diciembre, a las 12 de la noche, muchas ciudades y pueblos de la América hispana se iluminarán con fogatas, y los locales asistirán y se divertirán con esta manifestación cultural.
Yo me despido por ahora, no sin antes desearte un:
¡Feliz año nuevo!
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