El Autobús que Javier no Esperaba Tomar y lo que Aprendió de él

El Autobús que Javier no Esperaba Tomar y lo que Aprendió de él

Vocabulario:

 

    1. Acercando: Movimiento o acción de aproximarse a algo o alguien.
    2. Salirse el corazón por la boca: Expresión que describe un estado de gran nerviosismo o ansiedad.
    3. Paso peatonal: Espacio señalizado en las calles para que los peatones puedan cruzar con seguridad.
    4. Peatón: Persona que transita a pie por las calles y espacios públicos.
    5. Embotellamiento: Congestión o acumulación de vehículos que impide el libre flujo del tráfico.
    6. Señal de tránsito: Indicación visual que regula el tráfico y orienta a conductores y peatones.
    7. Coche: Vehículo de motor utilizado para transportar personas o mercancías.
    8. Mientras: Palabra que indica simultaneidad entre dos acciones o eventos.
    9. Periódico: Publicación impresa o digital que informa sobre noticias y temas de actualidad.
    10. Prisa: Sensación de urgencia que lleva a realizar acciones rápidamente.
    11. Aunque: Conjunción que introduce una idea de concesión o contraste.

    ¿Alguna vez llegaste dos minutos tarde y perdiste el autobús, justo cuando tenías que llegar a tiempo para una reunión importante? Eso le pasó a Javier un miércoles por la mañana. Salió corriendo de su apartamento, mirando su reloj: 8:07. ¡Ya se había ido! Desde la esquina vio cómo el autobús desaparecía, y un nudo se le formó en el estómago. Iba a llegar tarde, y sentía que el corazón se le iba a salir por la boca. ¿Qué haría ahora?

    Justo cuando estaba por rendirse, escuchó el sonido de otro autobús acercándose. No era el que tomaba normalmente, pero pensó: “¡Ya qué! Algo es algo”. Decidió subirse. Aunque la ruta era más lenta de lo que esperaba, pensó que al menos no estaba parado, mirando cómo se alejaba el autobús anterior.

    El tráfico parecía detenerlo una y otra vez. Cada vez que llegaban a un paso peatonal, el autobús se detenía para dejar pasar a los peatones. Y claro, el típico embotellamiento hizo su aparición. El conductor respetaba cada señal de tránsito, y los coches a su alrededor no ayudaban en nada. Javier sentía que el tiempo se le escapaba de las manos.

    Um homen velho lendo o jornal na praça

    Pero algo pasó. Mientras el autobús avanzaba a paso de tortuga, Javier notó que en una de las calles aledañas había una pequeña plaza llena de árboles, con un banco donde un hombre mayor leía un periódico, completamente ajeno al estrés del tráfico. El contraste con la prisa que sentía lo hizo detenerse a pensar. En lugar de seguir sintiendo que el tiempo se le escapaba, decidió que quizá, solo quizá, podía disfrutar del ritmo más lento del día. Sabía que iba a llegar tarde, y aunque no podía hacer nada para cambiarlo, decidió que lo mejor era disfrutar del viaje y de las pequeñas sorpresas que la ciudad tenía para ofrecer.

    Al final, llegó tarde a la reunión, sí, pero con una sonrisa. A veces, lo que parece un desastre, termina siendo una oportunidad para ver la vida desde otra perspectiva.

    Actividad de vocabulario

    Actividad de comprensión de lectura

    Promesas Faraónicas, Risas y Cervezas: ¿Quién Dijo que no se Puede Empezar el Año con Caos?

    Promesas Faraónicas, Risas y Cervezas: ¿Quién Dijo que no se Puede Empezar el Año con Caos?

    Vocabulario:

     

      1. Empezar: Iniciar algo, dar comienzo a una acción o actividad.
      2. Borracho: Persona que ha consumido demasiado alcohol y ha perdido el control de sus facultades.
      3. Mientras: Expresa simultaneidad entre dos acciones o situaciones.
      4. Vaso: Recipiente usado para beber líquidos.
      5. Ahorrar: Guardar dinero o recursos para usarlos en el futuro.
      6. Ceja: Parte del rostro que está sobre los ojos, formada por vello.

      ¡Feliz Año Nuevo 2025! 🎉 Espero que este año esté lleno de buenos momentos, grandes aprendizajes y mucha motivación para seguir aprendiendo español. Para empezar el año con buen humor, quiero contarles la historia de Pedro, Santiago y Tomás, tres amigos que, como cada 31 de diciembre, se reúnen para brindar por el año que termina. Ya bien borrachos, comienzan a compartir sus grandes propósitos, metas tan ambiciosas como imposibles de cumplir, mientras el entusiasmo les dura menos que una lata de cerveza.

      El ritual de las promesas

      Pedro comienza con su clásica determinación (y un vaso en la mano):
      —Este año todo va a ser diferente. Yo voy a dejar de fumar, voy a hacer ejercicio todos los días y voy a ahorrar mucho dinero.

      Santiago, que ya lo ha escuchado antes, levanta una ceja.
      —¿Otra vez con lo mismo, Pedro? Lo dijiste el año pasado.

      —¡Pero esta vez sí voy a hacerlo! —responde Pedro con entusiasmo—. Además, voy a aprender a cocinar para comer más saludable.

      Los sueños románticos de Santiago

      Luego, Santiago toma la palabra con un brillo especial en los ojos.
      —Yo este año voy a casarme.

      Tomás, sorprendido, lo interrumpe:
      —¿Casarte? ¿Con quién?

      —Todavía no sé, pero voy a encontrar a la persona ideal —dice Santiago, convencido—. Voy a hacer mi perfil en Tinder, alguna chica linda se va a enamorar de mí y nos vamos a casar.

      Pedro no puede evitar reír.
      —¿Tú? ¿Vas a colocar una foto de tu hermano? jajaja.

      —Ya lo verás —responde Santiago con confianza—. Además, después de la boda, voy a llevarla a París en nuestra luna de miel.

      Moça bonita na tela do celular com Tinder

      El turno de Tomás

      Tomás, como siempre, se une a la conversación con sus propias metas:
      —Pues yo voy a aprender francés este año. Voy a estudiar cinco palabras todos los días. Y, quién sabe, tal vez me enamore de una francesa.

      Pedro se burla:
      —¿Qué pasa este año? ¿Todos van a casarse menos yo?

      La tradición continua

      A pesar de las bromas y risas, los tres amigos terminan abrazándose, prometiendo que esta vez sí van a cumplir sus propósitos. Pero, como siempre, enero pasa, y los planes quedan en el olvido: Pedro sigue fumando, Santiago no hace su perfil en Tinder y Tomás apenas recuerda decir «bonjour».

      En esta historia, Pedro, Santiago y Tomás usan la estructura IR + a + infinitivo para hablar de sus metas:

      • “Voy a dejar de fumar.”
      • “Voy a casarme.”
      • “Voy a aprender francés.”

      ¡Recuerda! el uso de la preposición A, en esta estructura es obligatoria.

      ¿Tú qué opinas? ¿Crees que este año sí lograrán sus objetivos? Y hablando de propósitos, ¿tienes algún plan para el 2025? Escríbelo en los comentarios utilizando la estructura ir + a + infinitivo y comparte tus metas con nosotros. ¡Vamos a empezar el año practicando español!

      Actividad de vocabulario

      Actividad de comprensión de lectura

      Doce Uvas, Un Balde De Agua Y Un Vecino Empapado: La Nochevieja De Los López

      Doce Uvas, Un Balde De Agua Y Un Vecino Empapado: La Nochevieja De Los López

      Vocabulario:

      1. Empapado: completamente mojado, como si se hubiera sumergido en agua.
      2. A todo pulmón: gritar o hablar con mucha fuerza y volumen.
      3. Olvide: dejar de recordar algo o no tenerlo presente en la memoria.
      4. Empezar: dar inicio o comienzo a algo.
      5. Apresura: realizar una acción con rapidez o urgencia.
      6. Agarrar: tomar algo con la mano de forma firme.
      7. Racimo: conjunto de frutas u objetos pequeños unidos al mismo tallo.
      8. Bromas: palabras o acciones hechas para provocar risa o divertir a otros.
      9. Mientras: indica que dos acciones ocurren al mismo tiempo.
      10. Atragantan: dificultarse al tragar algo, especialmente al comer rápido.
      11. Campanadas: sonidos que produce una campana al ser golpeada.
      12. Balcón: estructura saliente de un edificio, con baranda, que conecta al exterior.
      13. Unas copas demás: expresión que indica haber bebido más alcohol del que se debería.
      14. Deudas: obligaciones de pagar algo que se debe, usualmente dinero.
      15. Perro: animal doméstico, conocido como el mejor amigo del hombre.
      16. Chispazo: pequeña explosión o destello de luz producido por electricidad o fuego.

        En la casa de los López, una familia mexicana como pocas, la despedida del año siempre es una mezcla de caos, supersticiones y risas que parece sacada de una película de comedia.

        Todo comienza con doña Carmen, la matriarca, gritando a todo pulmón: “¡No se les olvide el balde de agua!”. Y claro, nadie se atreve a ignorarla. Según ella, lanzarlo a la calle a medianoche es indispensable para limpiar las malas energías y empezar el año con buena vibra. ¿Quién sería capaz de cuestionarla?

        A las 11:59 p.m., empieza el espectáculo. Cada miembro de la familia se apresura a agarrar su racimo de uvas. No es tarea fácil: entre risas y bromas, mientras se atragantan con las uvas, tratan de formular sus doce deseos al ritmo de las campanadas. Pero aquí los deseos nunca son normales. Paco, el primo bromista, siempre pide cosas como: “Que el turco olvide cobrarme lo que le debo” o, le dice a Juan con descaro: “Y que consigas novia y te cases, para que te mudes de esta casa”.

        Cuando el reloj marca las doce, todo se convierte en un caos digno de un circo. Doña Carmen toma el protagonismo con su balde de agua, que lanza desde el balcón como si fuera una campeona olímpica. ¿El resultado? Más de un vecino termina empapado, mientras ella grita con orgullo: “¡Año nuevo, vida nueva!”. Y por supuesto, Lupita no se queda atrás: corre como una maratonista con una maleta en la mano, soñando con viajar a destinos exóticos, aunque su recorrido no pase de una cuadra.

        Después llega el momento de los abrazos, y aquí es donde las cosas se ponen interesantes. El tío Pepe, con unas copas de más, se aferra a cada persona con abrazos que duran eternidades, siempre acompañados de discursos: “¡Este año sí ampliamos la cocina! ¡Y tú, Paco, nada de deudas, ¿eh?!”. Mientras tanto, el pequeño Toñito, que no entiende muy bien el protocolo, abraza al perro con toda seriedad porque, según él, “Firulais también merece un feliz año”.

        O menino abraçando o cachorro

        Y por si no hubiera suficiente caos, es hora de los fuegos artificiales. El primo Chuy, el encargado de los cohetes, siempre encuentra la manera de adicionar un toque de peligro al espectáculo. Este año, un chispazo alcanza una maceta y enciende el fuego, que por suerte se apaga con el agua que a doña Carmen le sobró. Los vecinos, acostumbrados al show, aplauden desde sus balcones, entre risas y gritos de “¡Otra, otra!”.

        En la casa de los López, la Nochevieja es un espectáculo único, lleno de energía, supersticiones y carcajadas. Puede que los rituales no siempre funcionen, pero algo es seguro: aquí saben empezar el año con estilo.

        ¿Y en tu casa? ¿Tienen tradiciones para despedir el año? ¿Qué tal si me cuentas en los comentarios?

        Actividad de vocabulario

        Actividad de comprensión de lectura

        Cuando Hacer De Todo Te Deja Sin Nada

        Cuando Hacer De Todo Te Deja Sin Nada

        Vocabulario:

        1. Atareado(a): Que tiene muchas cosas por hacer o está muy ocupado.
        2. Prisa: Sentir la necesidad de hacer algo rápidamente, sin perder tiempo.
        3. Multitareas: Hacer varias cosas al mismo tiempo.
        4. Logran: Conseguir o alcanzar algo que se desea o se intenta.
        5. Correo: Mensaje que se envía por correo electrónico o por medios tradicionales.
        6. Informe: Documento que da detalles o explica algo, generalmente sobre un tema específico.
        7. Cansancio: Sensación de estar muy fatigado o agotado por haber hecho mucho esfuerzo.
        8. Agotador: Algo que consume mucha energía, dejándote muy cansado.
        9. Burnout: Un estado de cansancio extremo y estrés, especialmente por el trabajo, que afecta el bienestar físico y emocional.

          ¡Hola! ¿Qué tal?

          Hoy quiero compartirte algo que me inquieta profundamente:

          La mayoría de mis alumnos, que más que alumnos son amigos, vive atrapada en el caos de la vida profesional. Siempre atareados, corriendo con prisa, haciendo malabares entre reuniones, correos y esa lista interminable de pendientes. ¿Te suena familiar? Quizás también creas que es normal estar enredado en el multitarea, pensando que así es como se logran las grandes cosas.

          Déjame contarte sobre Javier, porque su historia tiene un toque absurdo, aunque podría ser la tuya.

          Era un lunes cualquiera y Javier, fiel a su estilo, estaba intentando hacer de todo al mismo tiempo: hablar con un cliente por teléfono, enviar un correo urgente, revisar un informe, y, además, ¡calentar su almuerzo en el microondas! El resultado: el cliente se confundió, el correo salió con un «Saludos cordiales, Javier estresado», el informe tenía números cambiados, y el microondas terminó con una explosión de sopa.

          Sopa derramada dentro do forno micro-ondas

          Pero Javier no se detuvo. Con esa mentalidad de “todo es urgente”, siguió adelante, ignorando el cansancio que llevaba acumulado por su ritmo de vida agotador. Hasta que un día, no pudo más. En medio de una presentación importante, su mente dijo «basta». Allí estaba, frente a sus jefes, sin recordar ni siquiera su nombre completo. El famoso burnout había hecho su entrada triunfal.

          ¿Y sabes qué es lo más curioso? Javier siempre decía que eso no le pasaría a él. Porque claro, pensamos que el estrés extremo es para otros.

          Si esperabas que te diera una fórmula mágica para evitar terminar como Javier, siento decepcionarte. No soy gurú, solo una profesora de español con muchas historias. Pero te diré algo: admitir que no puedes con todo y comenzar a buscar una salida puede ser el primer paso. ¿Te animas?

          Quizás sea aprender a reírte de tus propios absurdos, o detenerte un momento para respirar. Lo que sí está claro es que seguir corriendo como loco no es la respuesta. Así que dime, ¿qué vas a hacer hoy para no explotar como el microondas de Javier?

          Actividad de vocabulario

          Actividad de comprensión de lectura

          Palmeras Gigantes, Café y Rumba: La Inolvidable Experiencia de Ana en Colombia

          Palmeras Gigantes, Café y Rumba: La Inolvidable Experiencia de Ana en Colombia

          Vocabulario:

          1. Calidez: Cualidad de ser cálido, en especial en el trato, mostrando amabilidad y afecto.
          2. Bendiga: Forma del verbo «bendecir», que significa invocar la protección divina para alguien.
          3. Tueste: Proceso de someter el café o granos a calor para desarrollar su sabor y aroma.
          4. Molienda: Acción de triturar o pulverizar algo, especialmente granos de café, para obtener su polvo.
          5. Taza: Recipiente pequeño con un asa, usado principalmente para beber líquidos como café o té.
          6. Cálido: Que tiene o transmite calor; también, que es afectuoso y amable en el trato.
          7. Callejeras: Relativo a la calle o que pertenece a la vida en la calle, especialmente en referencia a la comida o cultura popular.
          8. Rumbear: Acción de bailar y disfrutar en una fiesta, especialmente al ritmo de música latina.

            Hoy quiero invitarte a viajar a Colombia a través del relato de Ana, una de mis alumnas brasileñas. Aquí está, con sus propias palabras:

            Siempre había soñado con conocer Colombia, pero vivirlo fue mucho más enriquecedor de lo que esperaba. Colombia tiene una calidez y hospitalidad que te hacen sentir en casa desde el primer momento. 

            En Colombia, es muy importante saber cómo ser educado en español, porque los colombianos son muy amables, siempre te preguntan “¿Cómo estás?”, te dan los buenos días, gracias, dicen “Que te vaya muy bien” o “Que Dios te bendiga” con una sonrisa en la cara.

            Durante mi estadía, me sentí como en casa también con la comida. Probé arroz, frijoles, carne de cerdo y chicharrones, algo parecido a lo que comemos en Brasil, aunque me sorprendió encontrar aguacate y plátano acompañando estos platos salados. 

            Mi primer destino fue Bogotá, la capital, donde descubrí que el clima es fresco y lluvioso, y como en toda gran ciudad, el tránsito es un caos. Sin embargo, los bogotanos no dejan de ser educados y amables; además, suelen amenizar el frío con sopitas, chocolates y aromáticas. ¡Todo muy rico! 

            Las cosas que más me gustaron en Bogotá fueron el barrio de la Candelaria con construcciones históricas y ferias de artesanías, el cerro de Monserrate con más de 3.000 metros de altitud en un mirador para toda la ciudad. Y el Museo del Oro, con impresionantes piezas de oro hechas por los pueblos precolombinos.  

            Colombia también es una gran productora de café. En su región llamada de Eje Cafetero, se puede encontrar hermosos pueblos rodeados de montañas y casitas coloniales. En especial, una llamada Salento, en el departamento de Quindío.

            En Salento, visité una finca de café para ver cómo funciona la producción, el tueste, la molienda y preparación de los mejores cafés colombianos. Además de conocer la gente amable del interior, pude hacer senderismo y ver los lindos paisajes de las montañas y sus ríos. 

            El más bonito fue el Valle de Cocora, donde caminé por 10 kilómetros y pude ver las más altas palmeras de todo el mundo, con más de 60 metros de altura. En medio de la caminata, las fincas se transforman en miradores donde se puede disfrutar de los lindos paisajes con una taza de café bien caliente. 

            Foto de Ana en Colômbia

            Mi próxima y última parada fue Medellin. Llamada ciudad de la eterna primavera, el clima es mucho más cálido y agradable. Está rodeada por montañas y paisajes bonitos, es la segunda ciudad más grande del país después de Bogotá, conocida también por la cantidad de eventos con mucha música, comida y cultura.

            Por lo tanto, aproveché para probar varias comidas callejeras, las frutas, el mango con sal y pimienta, empanadas, arepa de choclo, lechona, buñuelos, chunchurria y otras cosas más!

            Es una ciudad con mucho movimiento, especialmente en la noche. En el barrio Laureles, hay bares y fiestas por todas partes, con música buena y muchos de pié bailando. Buenísimo para “rumbear”, hay salsa, merengue, vallenato, bachata, reggaeton, para todos los gustos, nadie se queda parado. 

            Disfruté mucho de este viaje, me emocionó conocer una cultura que me recibió tan bien, con gente alegre y amable. Con una naturaleza deslumbrante y comidas hechas con amor. 

            Colombia es un país que los brasileños conocen muy poco, y lo poco que se conoce está relacionado a la triste época del narcotráfico. Espero que más gente pueda conocer y disfrutar de la misma forma que yo. 

            ¿Qué esperas para explorar Colombia?

            La experiencia de Ana nos recuerda que viajar no solo es conocer nuevos lugares, sino también abrirnos a culturas llenas de calidez y encanto. Comparte en los comentarios qué lugar de Colombia te gustaría visitar! 

            Actividad de vocabulario

            Actividad de comprensión de lectura