Frío en Santiago, pero Calor en el Corazón

Frío en Santiago, pero Calor en el Corazón

Vocabulario:

 

  1. Abrigada: Que viste ropa para protegerse del frío.
  2. Abrigo: Prenda de vestir gruesa que se usa para el frío.
  3. Guantes: Ropa para cubrir y proteger las manos.
  4. Bufanda: Tela larga que se usa en el cuello para abrigarse.
  5. Dibujando: Trazando imágenes o formas en una superficie.
  6. Sobrecogedor: Que impresiona o emociona intensamente.
  7. Cinta transportadora: Banda mecánica que mueve objetos, como maletas en un aeropuerto.
  8. Largo y tendido: De manera extensa y detallada.

    ¡Hola! ¿Qué tal?

    Hoy te escribo desde Santiago de Chile, con el corazón lleno de emoción y las manos bien abrigadas. Vine a visitar a mi hija Mavi, y quiero contarte cómo ha sido este viaje. ¿Alguna vez has sobrevolado los Andes? Si no, déjame decirte que es una experiencia que te deja sin palabras.

    El vuelo fue tranquilo, pero lo que realmente me impresionó fue ver la majestuosa cordillera desde el aire. A pesar de haber pasado la mayor parte de mi vida rodeada por estas montañas, en Los Andes venezolanos, su inmensidad y belleza nunca dejan de sorprenderme. Desde arriba, los picos nevados parecen extenderse hasta el infinito, dibujando paisajes sobrecogedores. Es un espectáculo que te hace sentir pequeño y afortunado al mismo tiempo.

    Al aterrizar, el frío me dio la bienvenida con su abrazo helado, pero vine preparada: botas, abrigos, guantes, gorro y bufanda, todo en su lugar. ¿Te gusta el frío o eres más de climas cálidos? Yo disfruto del invierno cuando sé que después me espera un café caliente y un buen abrazo.

    Hablando de emociones, ¿no te parece emocionante recoger la maleta en la cinta transportadora? Ahí estás, viendo girar una tras otra, preguntándote: «¿Será la próxima la mía?» Y cuando al fin aparece, la tomo con fuerza porque sé que lo mejor está por venir: cruzar esa puerta y encontrarme con mi hija.

     

    Y ahí estaba Mavi, con su sonrisa iluminándolo todo. Nos abrazamos largo y tendido, como si quisiéramos recuperar en un instante todo el tiempo que hemos estado lejos. No importa cuántas veces haga este viaje, cada reencuentro es único y especial. 

    Así cierra abril para mí, con la calidez de un abrazo y la grandeza de las montañas como testigos.

    Voy a estar ausente por un mes, disfrutando de este tiempo especial, pero no te preocupes, en junio estaré de vuelta para que sigamos aprendiendo español juntos. ¿Nos vemos entonces?

    ¡Hasta pronto!

    Actividad de vocabulario

    Actividad de comprensión de lectura

    Susurros en la Recoleta: ¿Leyenda o Realidad?

    Susurros en la Recoleta: ¿Leyenda o Realidad?

    Vocabulario:

     

      1. Angosto: Estrecho o de poca anchura.
      2. Sendero: Camino estrecho, generalmente de tierra, usado para transitar a pie.
      3. Ala: Parte de un ave o avión que permite el vuelo; también, sección lateral de un edificio u objeto.
      4. Ataúd: Caja donde se deposita un cadáver para su entierro.
      5. Arañada: Marcada o rasguñada con arañazos.
      6. Piel de gallina: Reacción de la piel con pequeños bultos debido al frío, miedo o emoción.
      7. Carcajada: Risa fuerte y ruidosa.
      8. Señalando: Apuntando.

      Carmen y Marcos tenían maneras muy distintas de ver el mundo. Ella, una entusiasta de la historia y el misterio, él, un escéptico que prefería los datos concretos y las experiencias palpables. Aun así, cuando Carmen propuso visitar el Cementerio de la Recoleta durante su viaje a Buenos Aires, Marcos no encontró una razón lógica para negarse.

      Al cruzar la majestuosa entrada, Carmen sonrió con fascinación. 

      —Es como una ciudad en miniatura, una ciudad de más de cuatro mil muertos, y según las historias, algunos descansan más en paz que otros —dijo, señalando las imponentes esculturas, decidida a transmitirle a Marcos su encanto. 

      La Recoleta, un laberinto misterioso de senderos angostos que se desvanecen entre colosales mausoleos y majestuosas bóvedas, adornados con una mezcla de estilos arquitectónicos: el barroco, el gótico, el neoclásico… En cada rincón, las estatuas surgen inesperadamente, ángeles con alas extendidas y trompetas en las manos, altos capiteles que parecen susurrar secretos antiguos, símbolos masónicos ocultos en sombras y vitrales que filtran la luz de manera inquietante.

      Pero Marcos más bien parecía aburrido: 

      —Es un cementerio —murmuró, cruzándose de brazos. —No es un museo.

      Carmen, por su parte, insistía en su propósito: mientras avanzaban, le hablaba de personajes ilustres que descansaban allí, como Sarmiento, Alfonsina Storni y, por supuesto, Evita Perón. Cuando llegaron a la tumba de Rufina Cambaceres, le contó la leyenda: —Dicen que la enterraron viva. La encontraron con la tapa del ataúd arañada por dentro.

      Marcos frunció el ceño. —Eso suena como un cuento de terror barato.

      —O como una advertencia para revisar bien a los pacientes antes de declararlos muertos. —Replicó Carmen con una sonrisa.

      Siguieron caminando entre las lápidas cuando un susurro suave flotó en el aire. Marcos se detuvo en seco. —Eso… ¿lo escuchaste tú también?

      Carmen ladeó la cabeza, intrigada. —Tal vez el viento… o alguien hablándonos desde el más allá. —Dijo con tono dramático.

      Marcos agudizó el oído, pero cuando el susurro volvió a sonar, se le puso la piel de gallina. Se giraron al unísono y encontraron a un adolescente que los miraba con el rostro desencajado, claramente asustado.

      —Señores… ¿ustedes también lo escucharon? Hay murmullos… voces… No sé de dónde vienen, —balbuceó el adolescente, con la respiración entrecortada.        —Estoy buscando a mi familia, pero no los encuentro.

      Marcos soltó una carcajada nerviosa. —Bueno, por lo menos no era un fantasma.

      Carmen le lanzó una mirada de reproche mientras tomaba del brazo al joven. —Vamos a ayudarte a encontrarlos.

      Mientras lo acompañaban hasta la entrada, Marcos miró una vez más los mausoleos y admitió en voz baja: —Tal vez este lugar tiene más de lo que pensaba.

      Carmen sonrió. —¿Ves? A veces, hasta los escépticos pueden escuchar susurros.

      Salieron del cementerio, dejando atrás las historias, las leyendas y una última pregunta flotando en el aire: ¿realmente escucharon esos murmullos o solo fue un juego de la mente? ¿Tú qué crees?

      Actividad de vocabulario

      Actividad de comprensión de lectura

      Una Cena «Exquisita» en Brasil: La Historia de un Falso Amigo en la Mesa

      Una Cena «Exquisita» en Brasil: La Historia de un Falso Amigo en la Mesa

      Vocabulario:

       

        1. Vergüenza: Sentimiento de incomodidad o pena ante una situación.
        2. Ponerse rojo: Cambiar de color en el rostro por vergüenza o nervios.
        3. Cena: Comida principal que se toma por la noche.
        4. Mientras: Expresa que dos acciones ocurren al mismo tiempo.
        5. Exquisito: De sabor o calidad excepcional; muy bueno.
        6. Tosió: Expulsó aire de los pulmones de forma brusca.
        7. Aún: Indica que algo sigue ocurriendo o está pendiente.
        8. Carcajada: Risa fuerte y espontánea.
        9. Halagar: Decir algo positivo para agradar o complacer.

        Hay momentos en la vida que nunca se olvidan. Algunos porque son hermosos, otros… porque te ponen rojo de vergüenza. Esta es la historia de Mariana, una joven chilena que, emocionada, aceptó la invitación a cenar en casa de la familia de su novio brasileño, Lucas. Lo que comenzó como una elegante velada terminó con risas y una lección sobre cómo un falso amigo puede cambiarlo todo.

        Una mesa impecable

        La madre de Lucas, doña Helena, había preparado todo con esmero. El mantel blanco cubría la mesa, los cubiertos brillaban, y cada lugar estaba perfectamente arreglado con un tenedor, una cuchara, un cuchillo y una servilleta doblada con cuidado. Una copa y un vaso acompañaban cada plato, y al centro, una jarra de limonada recién hecha completaba la escena.

        Clica en los símbolos de + para descubrir los nombres de los utensilios usados para comer.

        Mariana estaba encantada. Su cultura le había enseñado que, ante estos gestos, era importante elogiar el esfuerzo.

        El primer error


        Mariana, sirva-se à vontade —dijo doña Helena con una sonrisa mientras le pasaba un plato de arroz con frijoles, ensalada y un suculento pollo asado.

        Mariana tomó un poco de todo y, después de probar un bocado, exclamó con entusiasmo:
        —¡Esto está exquisito!

        De inmediato, las sonrisas alrededor de la mesa se congelaron. Lucas tosió incómodamente, mientras su hermana menor, Ana, intentaba ocultar una risita. Mariana, al no entender la reacción, continuó:
        —De verdad, está exquisito. Es la mejor cena que he probado.

        Doña Helena, confundida, le respondió:
        Ah… obrigada, Mariana… —y miró a Lucas como diciendo: «¿Qué quiso decir con eso?».

        La explicación que llegó tarde


        Al notar las miradas cruzadas, Lucas le susurró en español:
        —Mariana, creo que no sabes lo que significa “esquisito” en portugués…

        Ella, sin comprender aún, negó con la cabeza. Entonces Lucas explicó:
        —Aquí significa algo… como extraño, incluso desagradable.

        Mariana abrió los ojos como platos. Su rostro pasó del rojo tomate al blanco del mantel.
        —¡Ay, no puede ser! Yo solo quería decir que la comida está deliciosa.

        Entre risas y aprendizaje


        Doña Helena, al darse cuenta del malentendido, soltó una carcajada que contagió a todos.
        Ah, então você queria dizer “deliciosa”! Entendi agora! — exclamó con alivio.

        Ana añadió entre risas:
        Mariana, ainda bem que você não falou que a comida estava horrível!

        Mariana, con la servilleta en la mano, quiso esconder su cara. Pero Lucas, con ternura, le dijo:
        —No te preocupes. Ahora todos sabemos que quisiste halagar a mi mamá.

        La lección de la noche


        Esa cena no solo fue deliciosa, sino que también dejó a Mariana con una importante lección: en portugués, nunca digas «exquisito» cuando quieras elogiar algo. A veces, las palabras no significan lo que crees, y eso puede llevarte a situaciones un poco… “exquisitas”.

        Ahora, cuéntame, ¿has vivido algún malentendido lingüístico? ¡Déjalo en los comentarios y no olvides compartir esta historia con alguien que esté aprendiendo un nuevo idioma!

        Actividad de vocabulario

        Actividad de comprensión de lectura

        Todo Parecía Perfecto… Hasta que el Bebé Descubrió la Verdad

        Todo Parecía Perfecto… Hasta que el Bebé Descubrió la Verdad

        Vocabulario: 

         

        1. Lejos: A gran distancia de un lugar.
        2. Ubicado: Que está en un lugar específico.
        3. Alquiler: Pago periódico por el uso de algo, como una casa o un apartamento.
        4. Comedor: Espacio de la casa donde se come.
        5. Habitación: Cuarto de una vivienda donde se duerme o descansa.
        6. Balcón: Plataforma con baranda que sobresale de una pared.
        7. Hueca: Que está vacía por dentro.
        8. Arreglar: Reparar o solucionar un problema.
        9. Manija: Pieza usada para abrir puertas, cajones o ventanas.
        10. Trampa: Engaño para perjudicar a alguien o sacar ventaja.

          Buscar apartamento con un bebé de un año no era tarea fácil. Laura y Pedro llevaban semanas visitando opciones y siempre pasaba algo: muy caro, muy pequeño, muy lejos. Pero esta vez, con el corretor Iván mostrándoles un apartamento recién renovado y bien ubicado, parecía que por fin habían encontrado el indicado.

          —El alquiler es excelente para la zona —explicó Iván mientras abría la puerta—. Tiene cocina moderna, un comedor espacioso, una hermosa habitación con balcón… ¡Ideal para una familia joven como la suya!

          Pedro y Laura entraron con ilusión. El apartamento olía a pintura fresca, el suelo brillaba y todo parecía nuevo.

          —¡Me encanta la luz natural! —exclamó Laura, admirando el balcón.

          —Y mira esta cocina, amor —Pedro abrió una gaveta—. Espaciosa y con acabados modernos.

          Tomás, el bebé, no estaba interesado en el balcón ni en la cocina. Como buen explorador, andaba por todo el apartamento, inspeccionando cada rincón. Hasta que, de repente, se detuvo junto a la pared del comedor.

          —¿Qué viste, campeón? —preguntó Pedro, acercándose.

          Tomás golpeó la pared con su manita.

          TOC TOC.

          El sonido fue… raro. Como si la pared no fuera realmente sólida.

          Laura se inclinó y pasó la mano por la superficie.

          —Pedro… esto está raro.

          Pedro también la tocó y notó que, en lugar de la textura firme de una pared normal, se sentía… hueca.

          —¿Qué tipo de material es este? —preguntó, golpeando más fuerte.

          Y entonces, ante los ojos de todos, una parte de la «pared» se desprendió y cayó al suelo con un golpe sordo.

          Laura se tapó la boca. Pedro parpadeó, incrédulo.

          Detrás de la delgada capa de yeso, la pared original estaba llena de humedad y moho.

          —¡Pero qué…!

          Iván se apresuró a interponerse entre ellos y la pared expuesta.

          —Oh, esto… ¡nada grave! Solo una pequeña reparación que quedó pendiente, pero nada que no se pueda arreglar antes de que firmen el contrato.

          Laura lo miró con desconfianza.

          —¿»Pequeña reparación»? Iván, esto parece un desastre escondido.

          Pedro miró a su alrededor con más atención. Se acercó a la cocina y abrió otra gaveta… solo para que la manija se quedara en su mano.

          —¿Qué tan nuevo dijiste que era esto?

          Laura fue al baño y giró la llave del lavamanos. El agua salió con un color marrón sospechoso.

          Iván reía nerviosamente.

          —Bueno, jeje, es que a veces las tuberías necesitan un poco de uso… ¡pero el apartamento es genial!

          En ese momento, un sonido agudo los hizo voltear.

          ¡CRACK!

          Tomás, feliz e inocente, había logrado despegar un pedazo del papel tapiz de la habitación. No lo jaló con fuerza… solo lo tocó con sus deditos curiosos, y de inmediato se desprendió una gran tira, dejando al descubierto una pared con más grietas y humedad.

          Pedro y Laura se quedaron en shock. Iván palideció.

          —Esto es una trampa —dijo Laura, cruzándose de brazos—. Nos querías alquilar un desastre disfrazado de apartamento renovado.

          Pedro miró a su esposa y al bebé, que sonreía orgulloso de su hazaña con el papel tapiz.

          —Creo que vamos a seguir buscando —dijo Pedro tomando a Tomás en brazos.

          Iván intentó detenerlos.

          —¡Esperen! ¡Puedo hablar con el dueño, tal vez bajemos un poco el alquiler!

          Pero Laura y Pedro ya habían cruzado la puerta.

          Mientras bajaban las escaleras, Pedro miró a su hijo y sonrió.

          —Bien hecho, campeón. Nos salvaste de una trampa.

          Tomás solo rió, sin entender que, gracias a su curiosidad, sus padres acababan de evitar un gran problema.

          ¿Y tú? ¿Alguna vez te han intentado engañar con un alquiler? Cuéntamelo en los comentarios. 😉

          Actividad de vocabulario

          Actividad de comprensión de lectura

          La Receta del Chisme Venezolano que Dejó a los Brasileños en shock

          La Receta del Chisme Venezolano que Dejó a los Brasileños en shock

          Vocabulario:

            1. Untar: Extender una sustancia sobre una superficie.
            2. Con la boca abierta: Expresión que indica sorpresa o asombro.
            3. Olla: Recipiente profundo usado para cocinar.
            4. Mezclar: Unir dos o más ingredientes hasta que estén combinados.
            5. Revolver: Mover un líquido o mezcla para integrarlo mejor.
            6. Galleta: Pequeño alimento horneado, crujiente y dulce o salado.
            7. Suelo: Del verbo SOLER que significa acostumbrar.
            8. Quedó: Resultado final de algo después de un proceso.

            ¡Hola! ¿Qué tal?

            Si recuerdas mi artículo sobre la vez que los brasileños probaron el ‘chisme venezolano’🔗, seguro te estarás riendo de las caras de sorpresa que pusieron. Y es que no es para menos: la combinación de dulce y salado puede desconcertar al principio, pero basta un solo bocado para enamorarse y dejar a tus invitados con la boca abierta. Como muchos me han pedido la receta, hoy les comparto cómo preparar este delicioso agridulce de pimentón sobre queso crema

            Receta del Chisme Venezolano 🫑🧀

            Ingredientes:

            • 1 queso crema para untar (yo uso Philadelphia de 300 g)

            Para la mermelada:

            • 1 pimentón rojo grande
            • 3/4 de taza de vinagre blanco
            • 3/4 de taza de agua
            • 1/2 taza de azúcar

            Preparación:

            1. Corta el pimentón en cuadritos pequeñitos (brunoise) y colócalo en una olla junto con el vinagre, el agua y el azúcar.
            2. Mezcla bien los ingredientes y lleva la olla al fuego.
            3. Cocina a fuego medio durante aproximadamente 20 minutos, revolviendo cada 5 minutos para asegurarte de que la textura de la mermelada sea la adecuada.
            4. Cuando la mermelada esté lista, viértela en un bol y déjala enfriar.
            5. Una vez fría, colócala cuidadosamente sobre el queso crema.
            6. Sirve con galletas saladas o pan tostado y prepárate para ver las reacciones de tus invitados. 

            Yo suelo prepararla una hora antes de que lleguen mis visitas, así la mermelada tiene tiempo suficiente para enfriarse y se asienta perfectamente sobre el queso.

            Si pruebas esta receta, cuéntame en los comentarios qué tal te quedó y qué cara pusieron tus invitados al probarla. 

            ¡Que lo disfrutes! 😋

            Actividad de vocabulario

            Actividad de comprensión de lectura