El Apartamento Perfecto Para su Viaje Soñado: Buscando un Hogar Lejos de Casa

El Apartamento Perfecto Para su Viaje Soñado: Buscando un Hogar Lejos de Casa

Vocabulario:

 

  1. Todavía: Indica que algo sigue igual, que no ha cambiado. (En portugués: ainda).
  2. Habitaciones: Son los cuartos dentro de una casa, apartamento, hotel, etc.
  3. Pantalla: Parte de un dispositivo (como una computadora o un celular) donde se ve la imagen.
  4. Cerca: A poca distancia; no lejos.
  5. Malecón: Camino o paseo junto al mar, río o lago, construido para disfrutar el paisaje o proteger la costa. (En portugués: calçadão à beira-mar / orla).
  6. Baño: Habitación de una casa donde se encuentra el inodoro, la ducha, el lavabo, etc.
  7. Acogedora: Que transmite comodidad, calidez o un ambiente agradable.
  8. Balcón: Plataforma que sobresale de una pared, generalmente en los pisos altos. (En portugués: varanda / sacada). 
  9. Terraza: Espacio abierto y plano, generalmente en la parte superior de un edificio o junto a una vivienda, usado para descansar o recrearse.
  10. Estar en apuros: Estar en una situación difícil o con problemas.
  11. Rato: Un período corto de tiempo (no exacto).
  12.  Hamaca: Cama de tela o cuerda que se cuelga entre dos puntos para descansar o dormir. (En portugués: rede).
  13. Presupuesto: Cantidad de dinero disponible para gastar en algo. (En portugués: orçamento).
  14. Maletas: Bolsos grandes donde se guardan cosas para un viaje.

    ¡Hola! ¿Qué tal?

    Soy la profesora Albanys y hoy te voy a contar cómo Marcos y Camila se preparan para sus vacaciones, comenzando por escoger el hospedaje ideal.

    Faltaban pocas semanas para su viaje a Perú y Marcos y Camila estaban emocionados por cada detalle. Ya tenían los vuelos comprados y una lista de lugares para visitar, pero todavía les faltaba algo importante: encontrar el hospedaje perfecto. Mientras comparan habitaciones, cocinas y terrazas, tú puedes aprender nuevo vocabulario en español y descubrir qué detalles no pueden faltar en su estadía.

    Sentados en el sofá de su apartamento en São Paulo, abrieron la computadora y empezaron a revisar opciones.

    —Mira este —dijo Camila, señalando su pantalla—. Es un apartamento en el centro de Lima, cerca del malecón.

    —A ver… —Marcos se inclinó para ver mejor—. Tiene sala de estar amplia, una cocina equipada, y aquí dice que el baño tiene agua caliente las 24 horas.

    —Eso es importante —asintió Camila—. Pero el dormitorio me parece un poco pequeño, y solo tiene un ventilador. ¿No hará calor por las noches?

    —Puede ser. Vamos a ver otro.

    Marcos buscó una nueva opción y encontró una casa pequeña pero acogedora en un barrio más tranquilo.

    —Mira esta —dijo—. Tiene un balcón con vista al jardín y el dormitorio tiene una cama grande.

    —¡Eso me gusta! —dijo Camila emocionada—. Además, la cocina es más grande y tiene horno y microondas.

    —Pero el problema es que solo tiene un baño, y si hay problemas con la ducha, estaremos en apuros —dijo Marcos.

    Siguieron comparando opciones, revisando si las casas tenían aire acondicionado, ventanas grandes o incluso un espacio de trabajo por si necesitaban usar la computadora.

    Después de un rato, Camila encontró la opción ideal.

    —¡Aquí está! Un apartamento con dormitorio amplio, sala de estar con sofá cómodo, cocina moderna y hasta una terraza con hamacas.

    —¿Y cuánto cuesta? —preguntó Marcos.

    —Está dentro de nuestro presupuesto y, además, los comentarios dicen que el anfitrión es muy amable.

    —¡Reservado! —dijo Marcos, presionando el botón de confirmación—. ¡Ahora sí, a preparar las maletas!

    Con el alojamiento listo, su aventura estaba a punto de comenzar.

    ¿Y tú? ¿Ya planeaste tus próximas vacaciones? 

    Te invito a aprender español con nosotros para disfrutar mucho más de tu próximo viaje a un país hispano.

    Actividad de vocabulario 1

    Actividad de vocabulario 2

    Actividad de comprensión de lectura

    Una Cena “Exquisita” en Brasil: La Historia de un Falso Amigo en la Mesa

    Una Cena “Exquisita” en Brasil: La Historia de un Falso Amigo en la Mesa

    Vocabulario:

     

      1. Vergüenza: Sentimiento de incomodidad o pena ante una situación.
      2. Ponerse rojo: Cambiar de color en el rostro por vergüenza o nervios.
      3. Cena: Comida principal que se toma por la noche.
      4. Mientras: Expresa que dos acciones ocurren al mismo tiempo.
      5. Exquisito: De sabor o calidad excepcional; muy bueno.
      6. Tosió: Expulsó aire de los pulmones de forma brusca.
      7. Aún: Indica que algo sigue ocurriendo o está pendiente.
      8. Carcajada: Risa fuerte y espontánea.
      9. Halagar: Decir algo positivo para agradar o complacer.

      Hay momentos en la vida que nunca se olvidan. Algunos porque son hermosos, otros… porque te ponen rojo de vergüenza. Esta es la historia de Mariana, una joven chilena que, emocionada, aceptó la invitación a cenar en casa de la familia de su novio brasileño, Lucas. Lo que comenzó como una elegante velada terminó con risas y una lección sobre cómo un falso amigo puede cambiarlo todo.

      Una mesa impecable

      La madre de Lucas, doña Helena, había preparado todo con esmero. El mantel blanco cubría la mesa, los cubiertos brillaban, y cada lugar estaba perfectamente arreglado con un tenedor, una cuchara, un cuchillo y una servilleta doblada con cuidado. Una copa y un vaso acompañaban cada plato, y al centro, una jarra de limonada recién hecha completaba la escena.

      Clica en los símbolos de + para descubrir los nombres de los utensilios usados para comer.

      Mariana estaba encantada. Su cultura le había enseñado que, ante estos gestos, era importante elogiar el esfuerzo.

      El primer error


      Mariana, sirva-se à vontade —dijo doña Helena con una sonrisa mientras le pasaba un plato de arroz con frijoles, ensalada y un suculento pollo asado.

      Mariana tomó un poco de todo y, después de probar un bocado, exclamó con entusiasmo:
      —¡Esto está exquisito!

      De inmediato, las sonrisas alrededor de la mesa se congelaron. Lucas tosió incómodamente, mientras su hermana menor, Ana, intentaba ocultar una risita. Mariana, al no entender la reacción, continuó:
      —De verdad, está exquisito. Es la mejor cena que he probado.

      Doña Helena, confundida, le respondió:
      Ah… obrigada, Mariana… —y miró a Lucas como diciendo: “¿Qué quiso decir con eso?”.

      La explicación que llegó tarde


      Al notar las miradas cruzadas, Lucas le susurró en español:
      —Mariana, creo que no sabes lo que significa “esquisito” en portugués…

      Ella, sin comprender aún, negó con la cabeza. Entonces Lucas explicó:
      —Aquí significa algo… como extraño, incluso desagradable.

      Mariana abrió los ojos como platos. Su rostro pasó del rojo tomate al blanco del mantel.
      —¡Ay, no puede ser! Yo solo quería decir que la comida está deliciosa.

      Entre risas y aprendizaje


      Doña Helena, al darse cuenta del malentendido, soltó una carcajada que contagió a todos.
      Ah, então você queria dizer “deliciosa”! Entendi agora! — exclamó con alivio.

      Ana añadió entre risas:
      Mariana, ainda bem que você não falou que a comida estava horrível!

      Mariana, con la servilleta en la mano, quiso esconder su cara. Pero Lucas, con ternura, le dijo:
      —No te preocupes. Ahora todos sabemos que quisiste halagar a mi mamá.

      La lección de la noche


      Esa cena no solo fue deliciosa, sino que también dejó a Mariana con una importante lección: en portugués, nunca digas “exquisito” cuando quieras elogiar algo. A veces, las palabras no significan lo que crees, y eso puede llevarte a situaciones un poco… “exquisitas”.

      Ahora, cuéntame, ¿has vivido algún malentendido lingüístico? ¡Déjalo en los comentarios y no olvides compartir esta historia con alguien que esté aprendiendo un nuevo idioma!

      Actividad de vocabulario

      Actividad de comprensión de lectura

      ¡Casi me Traga una Ballena! La Insólita Aventura de Adrián en el Estrecho de Magallanes

      ¡Casi me Traga una Ballena! La Insólita Aventura de Adrián en el Estrecho de Magallanes

      Vocabulario:

       

      1. Ballena: Mamífero marino de gran tamaño que vive en los océanos.
      2. Tragar: Pasar algo desde la boca hasta el estómago.
      3. Con la boca abierta: Estado de sorpresa o asombro, o acción de no tener la boca cerrada.
      4. Espalda: Parte posterior del cuerpo humano, desde el cuello hasta la cintura.
      5. Mientras tanto: Expresión que indica que dos acciones ocurren al mismo tiempo.
      6. Escupido: Expulsado con fuerza desde la boca.
      7. Lograron: Conseguir o alcanzar un objetivo después de intentarlo.
      8. Orilla: Límite entre la tierra y el agua en un río, lago o mar.

        ¡Hola, hola! 

        Hoy te traigo una historia que parece sacada de un cuento de hadas o, mejor dicho, de una versión moderna de Pinocho. Pero no, esto no es ficción. Me quedé con la boca abierta al leer la noticia y no podía dejar de compartirla contigo. ¡Prepárate para algo realmente increíble!

        Imagínate que estás en tu kayak, remando tranquilamente por el estrecho de Magallanes, al sur de Chile, disfrutando del paisaje y la brisa marina. De repente, sientes un golpe por la espalda, te elevas por los aires y, cuando abres los ojos, te das cuenta de que estás dentro de la boca de una ballena. ¡Sí, dentro de una ballena!

        Esto le pasó a Adrián Simancas, un joven venezolano de 23 años que vive en Chile. Según contó, todo sucedió en cuestión de segundos. Sintió una textura babosa en su cara, cerró los ojos esperando el impacto y, cuando los volvió a abrir, se dio cuenta de que estaba atrapado. “Pasé un segundo dándome cuenta de que estaba dentro de la boca de algo, que quizás me había comido, que podría haber sido una orca o un monstruo marino”, dijo.

        Mientras tanto, su padre, que lo acompañaba en la travesía, no entendía lo que estaba pasando hasta que vio a Adrián salir disparado del agua. ¡La ballena lo había escupido! Después de unos momentos de angustia, lograron regresar sanos y salvos a la orilla.

        Lo más curioso de todo es que el propio Adrián, en medio del susto, pensó: “Ya no podía pelear para evitar que me comiera, porque ya me había comido”. Y es que, en una situación así, ¿qué puedes hacer?

        Este insólito episodio quedó registrado en un video que grabó su padre y verlo fue para Adrián casi como revivir la experiencia. Según dijo, lo hizo reflexionar sobre lo afortunado que fue y sobre la grandeza de la naturaleza. “Es una experiencia única, un encuentro con la fauna en una región en el fin del mundo”, comentó.

        ¿Qué te parece esta historia? ¡A mí todavía me cuesta creerlo! Cuéntame en los comentarios: ¿qué habrías hecho tú en su lugar? Y no te olvides de compartir esta historia con alguien que necesite una buena anécdota para contar hoy. 

        ¡Nos leemos pronto!

        Actividad de vocabulario

        Actividad de comprensión de lectura

        De Mérida a Recife: la Travesía Inolvidable de una Perrita Valiente

        De Mérida a Recife: la Travesía Inolvidable de una Perrita Valiente

        Vocabulario:

          1. Lograr: Conseguir algo que se busca o se desea.
          2. Reto: Desafío o dificultad que requiere esfuerzo para ser superado.
          3. Temprano: Antes del momento esperado o usual; a primeras horas del día.
          4. Despertar: Acción de dejar el sueño o la conciencia al iniciar el día.
          5. Jaula: Estructura cerrada, generalmente de metal, donde se guardan animales.
          6. Mostrador de facturación: Espacio en el aeropuerto donde se registran los pasajes y el equipaje antes de un vuelo.
          7. Maletas: Contenedores de tamaño mediano o grande para guardar ropa y objetos personales al viajar.
          8. Vuelo: Trayecto realizado en avión entre dos lugares.
          9. Arnés: Prenda o dispositivo que se coloca a los animales o personas para sujetarlos y evitar que se caigan o se escapen.
          10. Mientras: Conjunción que indica simultaneidad entre dos acciones.
          11. Hacer pipí: Expresión coloquial para referirse a la acción de orinar.

          ¡Hola! ¿Qué tal?
          Hoy continúo contándote la historia de Lulú, nuestra fiel compañera en este viaje desde Venezuela hasta Brasil. Organizarlo fue un reto: casi una semana de viaje, pocos alojamientos que aceptaran mascotas y los pocos que lo hacían, carísimos. ¿Te imaginas? Por suerte, la ayuda de amigos y familiares nos permitió lograrlo.

          Salimos de Mérida temprano, cuando la ciudad aún dormía. Mi amigo Falco nos llevó al aeropuerto de El Vigía. No podía dejar de pensar en cómo sería el primer vuelo de Lulú en su kenner.

          En el aeropuerto, al dejarla en la jaula, la vi desde el mostrador de facturación: estaba junto a las maletas, en la cinta transportadora de equipaje, buscando mi mirada entre la multitud, con los ojitos desorbitados. Me rompió el corazón.

          El vuelo a Caracas duró apenas una hora, pero para mí fue eterno. En Caracas nos alojamos en el apartamento de Cristina y Ricardo, grandes amigos. Pasamos tres días resolviendo algunos papeles, y Lulú, para mi sorpresa, se portó de maravilla, adaptándose a cada cambio con una calma que yo no tenía.

          Luego volamos de Caracas a Puerto Ordaz. Aunque ya conocía el protocolo, no dejaba de angustiarme ver a Lulú en su jaula, junto al equipaje. Al sacar a Lulú en Puerto Ordaz, le coloqué rápidamente el arnés, pero mientras intentaba liberar mi maleta, ella mordió el arnés con tal fuerza que lo rompió por completo. ¡Otra complicación más que tuvimos que resolver!

          En Puerto Ordaz, mis primos Luis y Juana nos recibieron cálidamente en su casa, y nos ayudaron a organizar el viaje por tierra hacia Boa Vista, ya en Brasil.

          El reto más grande vino al llegar a Boa Vista: un vuelo de 9 horas, con una escala, hasta Recife. Lulú pasó esas horas en la bodega del avión, y aunque ya sabía lo que sucedía, mi angustia no disminuyó. Finalmente, al salir del aeropuerto, Lulú corrió disparada al primer lugar libre y, con alivio, hizo pipí. Fue un momento que me hizo sonreír, pero también me reafirmó la admiración por su paciencia.

          Desde entonces, comenzó una nueva historia para Lulú, en Brasil. ¿Quieres saber cómo continúa? ¡No te pierdas los próximos episodios!

          Para leer los post anteriores sobre la historia de Lulú: 

          Lulú: la Perrita Callejera que nos Adoptó 🔗

          El Gran Lazo Rosa De Lulú🔗

          El Gran Viaje de Lulú: Preparativos Con Patitas y Paciencia 🔗

          Actividad de vocabulario

          Actividad de comprensión de lectura

          Un Brasileño en Colombia: Cuando un ‘TÚ’ lo Complicó Todo

          Un Brasileño en Colombia: Cuando un ‘TÚ’ lo Complicó Todo

          Vocabulario:

           

          1. Usted: Forma de tratamiento formal en español, utilizada para dirigirse a una persona con respeto o cortesía.
          2. : Forma de tratamiento informal en español, usada para dirigirse a personas con confianza o cercanía.
          3. Listo: Preparado o dispuesto para algo; también puede significar inteligente dependiendo del contexto.
          4. Sonrisa: Gesto de los labios que muestra alegría, felicidad o amabilidad.
          5. Chicos: Forma coloquial para referirse a niños, jóvenes o un grupo de personas en general.
          6. Tuteando: Hablando de manera informal usando la forma verbal de “tú”.
          7. Diestra y siniestra: Expresión que significa “por todos lados” o “de manera indiscriminada”.
          8. Mientras: Conjunción que introduce simultaneidad entre dos acciones o circunstancias.
          9. Informes: Documentos o exposiciones que detallan información sobre un tema específico.
          10. Apellido: Nombre de familia que sigue al nombre propio de una persona.
          11. Ir sobre ruedas: Expresión que indica que algo se desarrolla sin problemas ni obstáculos.

            Tiago llevaba meses preparándose para su nuevo puesto en Bogotá. Había estudiado español con dedicación y, aunque todavía tenía que practicar algunos tiempos verbales, se sentía listo para conquistar su primera reunión con el equipo colombiano. Lo que no sabía era que el idioma sería el menor de sus problemas.

            El gran día llegó. Tiago entró en la sala de reuniones con una sonrisa amplia y su estilo relajado de siempre.
            — Hola, chicos, ¿cómo están? —saludó, mientras tomaba asiento.

            Confiado en su simpatía, pasó toda la reunión tuteando a todo el mundo a diestra y siniestra:
            — Tú podrías encargarte de este proyecto, ¿no?
            — Tú y yo lo revisamos después.

            Mientras hablaba, no notó las miradas entre los asistentes ni el ligero cambio en el ambiente. Terminó convencido de que había impresionado al equipo.

            Más tarde, tuvo su primera reunión individual con su jefe, el Ingeniero Ramírez. Apenas entró, lo recibió con un tono completamente distinto:
            — Ingeniero Cavalcanti, por favor tome asiento.

            Tiago parpadeó, confundido. Nadie en Brasil lo llamaba así, ni siquiera en los entornos más formales. Pero ahí estaba Ramírez, tratándolo con una seriedad casi solemne:
            — Ingeniero Cavalcanti, necesito que revise estos informes y me envíe sus comentarios, por favor.

            A medida que la conversación avanzaba, el uso constante del título y apellido, combinado con el impecable “usted”, empezó a hacer eco en la mente de Tiago. ¿Por qué nadie lo trataba de “tú”? ¿Había hecho algo mal?

            Esa noche, mientras recordaba el día, las piezas comenzaron a encajar. Había notado cómo sus colegas se dirigían unos a otros con respeto, evitando la informalidad en cada frase. Entonces cayó en cuenta: ¡había pasado toda la reunión tuteando a todo el equipo como si estuviera charlando con sus amigos en una churrascada brasileña!

            Decidido a corregir su error, Tiago llegó a la siguiente reunión preparado para usar el “usted”. Practicó frente al espejo:
            — ¿Cómo está usted?
            — ¿Podría usted revisar este punto?

            Todo iba sobre ruedas hasta que, en un momento de confianza, se relajó demasiado y dejó escapar un “tú” espontáneo. La tensión en la sala fue inmediata.

            Más tarde, de nuevo en la oficina de Ramírez, este le hizo un comentario que, aunque indirecto, fue suficiente para confirmar su sospecha:
            — Ingeniero Cavalcanti, aprecio su esfuerzo en la reunión. Le sugiero que mantenga la misma línea de comunicación formal en todas sus interacciones.

            Era claro. Tenía que aprender no solo a hablar español, sino también a comprender el peso de la formalidad en los países hispanos.

            Con el tiempo, Tiago se adaptó. Aprendió a balancear su calidez brasileña con el respeto que exige la cultura laboral colombiana. Hoy, no solo domina el español, sino también el arte de usar el “usted” para abrir puertas.

            ¿Y tú, alguna vez te has metido en un lío por no conocer las normas culturales? ¡Cuéntamelo en los comentarios!

            Actividad de vocabulario

            Actividad de comprensión de lectura