Un Viaje Para el Paladar: Descubriendo los Sabores de Perú

Un Viaje Para el Paladar: Descubriendo los Sabores de Perú

Vocabulario:

 

  1. Traigo: Presente para el sujeto yo del verbo traer. (Eu trago)
  2. Trago: Porción de agua u otro líquido, que se puede beber de una vez.
  3. Mezcla: Combinación de sustancias que se juntan.
  4. Jugo o juguito: Bebida hecha a base de frutas.
  5. Despejado: Libre o que no tiene estorbos. El cielo sin nubes.
  6. Lejos: Que algo está a una gran distancia.
  7. Sombrero: Prenda de vestir que cubre la cabeza, su función principal es proteger del sol, el frío o la lluvia, y también puede ser un elemento de moda y expresión personal.
  8. Delantal: El delantal o mandil es una prenda protectora externa que cubre principalmente el frente del cuerpo.

    ¡Hola! ¿Qué tal?

    Soy la profesora Albanys. Hoy te traigo una historia que mezcla el sabor, la cultura y el aprendizaje. Acompañaremos a Marcos y Camila en una aventura por Perú, donde el descubrimiento de frutas exóticas y jugos refrescantes se convierte también en una experiencia de inmersión en el idioma español. Porque viajar no es solo moverse de un lugar a otro: es también un viaje sensorial y lingüístico.

    Era temprano por la mañana cuando Marcos y Camila salieron a caminar por las calles de Cusco. El aire estaba fresco, y el cielo, despejado. A lo lejos, se escuchaban los sonidos de un mercado local que ya estaba en plena actividad. Decidieron seguir la música, las voces y los aromas… hasta que llegaron a un colorido mercado al aire libre.

    —¡Mira esto, Camila! —exclamó Marcos señalando una pirámide de frutas que jamás habían visto.

    Allí estaban: la lúcuma, de color amarillo intenso; la chirimoya, con su forma irregular y dulce; el tumbo, con su aspecto parecido a la maracuyá; y muchas más.

    Una señora, con sombrero tradicional y delantal, los saludó con una sonrisa.

    —¿Quieren probar un juguito? Tengo de maracuyá, mango, camu camu… ¡y también de aguaje!

    Camila aceptó encantada un vaso de jugo de camu camu. El sabor era ácido pero refrescante. Mientras bebían, la señora les explicó:

    —El camu camu tiene muchísima vitamina C, es bueno para las defensas.

    —¿Y este cómo se llama? —preguntó Marcos señalando una fruta redonda, de color oscuro.

    —Ese es el aguaje. Aquí decimos que es bueno para la piel y las hormonas, sobre todo para las mujeres.

    Entre un trago y otro, Camila iba anotando nuevas palabras en su libreta de viaje:

    • Jugo natural,
    • ácido,
    • dulce,
    • refrescante.

    Aprender español en medio del mercado era mucho más divertido de lo que imaginaban. No había libros, ni tareas: solo curiosidad, conversación y sabores intensos.

    Fue entonces cuando sucedió el momento inolvidable. Mientras Marcos trataba de repetir la palabra “chirimoya” con acento local, confundió las sílabas y dijo:

    —¿Puedo probar una “chilinoña”?

    La vendedora soltó una carcajada:

    —¡Ay, joven! Esa no existe, pero suena como que la Chilindrina es una doña.

    Todos rieron, y Marcos se puso rojo como un tomate.

    Camila miró a Marcos, aún riéndose, y dijo en voz baja:
    —¿Te das cuenta de todo lo que estamos aprendiendo solo por venir aquí?

    Él respondió:
    —¡Sí, es un viaje para el paladar… y para la mente! Y para mejorar mi pronunciación, por favor…

    Esa mañana en el mercado no solo probaron frutas que nunca habían imaginado, también practicaron español, conocieron a gente amable y descubrieron que cada sabor trae consigo una historia, una palabra nueva y una forma distinta de ver el mundo.

    Así como Marcos y Camila, cada vez que abrimos nuestros sentidos, también abrimos puertas al aprendizaje. Viajar no solo era descubrir lugares, sino también aprender nuevos sabores y palabras.

    Y tú, cuéntame:
    ¿Qué frutas típicas hay en tu país o región? ¿Cómo las comes: frescas, en jugo, o en postres?
    ¡Te leo en los comentarios!

    Actividad de vocabulario

    Actividad de comprensión de lectura

    Lo Que Descubrí En Chile Sin Haberlo Planeado (Y Que Me Dejó Con La Boca Abierta)

    Lo Que Descubrí En Chile Sin Haberlo Planeado (Y Que Me Dejó Con La Boca Abierta)

    Vocabulario:

    1. Hija: niña o mujer que es descendiente de una madre o un padre.
    2. Recuerdos: cosas que una persona guarda en la memoria o que le hacen pensar en el pasado.
    3. Encargado: mandado a construir, diseñado o realizado por petición de alguien.
    4. Joya: objeto pequeño y valioso usado como adorno, hecho con materiales preciosos.
    5. Torreón mirador: torre alta construida para observar el paisaje desde lo alto.
    6. Espejos: superficies que reflejan la imagen de lo que tienen delante.
    7. Huella: marca que deja una persona, animal o cosa al pasar por un lugar.

      ¡Hola! ¿Qué tal?

      Después de un mes maravilloso en Chile junto a mi hija Mavi, ya estoy de nuevo en Brasil. Volví con el corazón lleno de recuerdos, la mente llena de imágenes y el celular… bueno, lleno de fotos y videos, claro. 

      Y como siempre digo: las casualidades no existen. Justo mientras estaba en Santiago, se celebrabró el Día de los Patrimonios —una gran fiesta cultural que se realiza todos los años, donde cientos de lugares históricos abren sus puertas al público de forma gratuita.

      Entre tantas opciones increíbles, tuve la suerte de visitar tres palacios que me encantaron: el Palacio García, la Casa Ortúzar y el Palacio Ariztía. Cada uno con su estilo, su historia y su magia.

      Palacio García (Ñuñoa)

      Construido entre 1925 y 1931, este palacio, de estilo sevillano, fue encargado por el comerciante Joaquín García Carro, dueño de la famosa tienda Los Gobelinos. Hoy alberga la Corporación Cultural de Ñuñoa y también “La Casa de Todos”, un espacio comunitario para personas mayores.
      Me encantaron sus corredores con azulejos, el torreón mirador y los vitrales coloridos. ¡Una joya en plena ciudad!

      Casa Ortúzar (Ñuñoa)

      Con su aspecto de castillo oscuro, esta casa de estilo Tudor parece salida de un cuento. Fue construida para el abogado Eugenio Ortúzar Rojas y hoy es sede de la Corporación Cultural de Carabineros.
      El corredor abovedado, el jardín de invierno y los salones antiguos nos hicieron sentir que estábamos caminando por otra época.

      Palacio Ariztía (Santiago Centro)

      Este fue el más impresionante. De estilo neoclásico francés, fue residencia del empresario Rafael Ariztía y hoy pertenece a la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM).
      Sus espejos, vitrales, columnas y esa lámpara enorme en el hall central… ¡simplemente wow!
      Un dato curioso: también fue sede del Club Militar, de la Cámara de Diputados y del Tribunal Constitucional.

      Chile me sorprendió con su arquitectura patrimonial, tan diversa y viva. Y entendí por qué hay tantos palacios: a fines del siglo XIX y principios del XX, durante el auge del salitre, muchas familias ricas quisieron dejar su huella con construcciones inspiradas en Europa. Hoy, esos edificios no solo cuentan historias: también son espacios abiertos a la comunidad en el marco de la celebración del Día del Patrimonio Cultural de Chile.

      ¿Y tú? ¿Has visitado algún lugar histórico que te haya marcado?
      Cuéntamelo en los comentarios. Y si te gustó este viaje cultural, ¡comparte este post con tus amigos amantes de la historia y la arquitectura!

      ¡Hasta la próxima!

      Actividad de vocabulario

      Actividad de comprensión de lectura

      Todo Parecía Perfecto… Hasta que el Bebé Descubrió la Verdad

      Todo Parecía Perfecto… Hasta que el Bebé Descubrió la Verdad

      Vocabulario: 

       

      1. Lejos: A gran distancia de un lugar.
      2. Ubicado: Que está en un lugar específico.
      3. Alquiler: Pago periódico por el uso de algo, como una casa o un apartamento.
      4. Comedor: Espacio de la casa donde se come.
      5. Habitación: Cuarto de una vivienda donde se duerme o descansa.
      6. Balcón: Plataforma con baranda que sobresale de una pared.
      7. Hueca: Que está vacía por dentro.
      8. Arreglar: Reparar o solucionar un problema.
      9. Manija: Pieza usada para abrir puertas, cajones o ventanas.
      10. Trampa: Engaño para perjudicar a alguien o sacar ventaja.

        Buscar apartamento con un bebé de un año no era tarea fácil. Laura y Pedro llevaban semanas visitando opciones y siempre pasaba algo: muy caro, muy pequeño, muy lejos. Pero esta vez, con el corretor Iván mostrándoles un apartamento recién renovado y bien ubicado, parecía que por fin habían encontrado el indicado.

        —El alquiler es excelente para la zona —explicó Iván mientras abría la puerta—. Tiene cocina moderna, un comedor espacioso, una hermosa habitación con balcón… ¡Ideal para una familia joven como la suya!

        Pedro y Laura entraron con ilusión. El apartamento olía a pintura fresca, el suelo brillaba y todo parecía nuevo.

        —¡Me encanta la luz natural! —exclamó Laura, admirando el balcón.

        —Y mira esta cocina, amor —Pedro abrió una gaveta—. Espaciosa y con acabados modernos.

        Tomás, el bebé, no estaba interesado en el balcón ni en la cocina. Como buen explorador, andaba por todo el apartamento, inspeccionando cada rincón. Hasta que, de repente, se detuvo junto a la pared del comedor.

        —¿Qué viste, campeón? —preguntó Pedro, acercándose.

        Tomás golpeó la pared con su manita.

        TOC TOC.

        El sonido fue… raro. Como si la pared no fuera realmente sólida.

        Laura se inclinó y pasó la mano por la superficie.

        —Pedro… esto está raro.

        Pedro también la tocó y notó que, en lugar de la textura firme de una pared normal, se sentía… hueca.

        —¿Qué tipo de material es este? —preguntó, golpeando más fuerte.

        Y entonces, ante los ojos de todos, una parte de la “pared” se desprendió y cayó al suelo con un golpe sordo.

        Laura se tapó la boca. Pedro parpadeó, incrédulo.

        Detrás de la delgada capa de yeso, la pared original estaba llena de humedad y moho.

        —¡Pero qué…!

        Iván se apresuró a interponerse entre ellos y la pared expuesta.

        —Oh, esto… ¡nada grave! Solo una pequeña reparación que quedó pendiente, pero nada que no se pueda arreglar antes de que firmen el contrato.

        Laura lo miró con desconfianza.

        —¿”Pequeña reparación”? Iván, esto parece un desastre escondido.

        Pedro miró a su alrededor con más atención. Se acercó a la cocina y abrió otra gaveta… solo para que la manija se quedara en su mano.

        —¿Qué tan nuevo dijiste que era esto?

        Laura fue al baño y giró la llave del lavamanos. El agua salió con un color marrón sospechoso.

        Iván reía nerviosamente.

        —Bueno, jeje, es que a veces las tuberías necesitan un poco de uso… ¡pero el apartamento es genial!

        En ese momento, un sonido agudo los hizo voltear.

        ¡CRACK!

        Tomás, feliz e inocente, había logrado despegar un pedazo del papel tapiz de la habitación. No lo jaló con fuerza… solo lo tocó con sus deditos curiosos, y de inmediato se desprendió una gran tira, dejando al descubierto una pared con más grietas y humedad.

        Pedro y Laura se quedaron en shock. Iván palideció.

        —Esto es una trampa —dijo Laura, cruzándose de brazos—. Nos querías alquilar un desastre disfrazado de apartamento renovado.

        Pedro miró a su esposa y al bebé, que sonreía orgulloso de su hazaña con el papel tapiz.

        —Creo que vamos a seguir buscando —dijo Pedro tomando a Tomás en brazos.

        Iván intentó detenerlos.

        —¡Esperen! ¡Puedo hablar con el dueño, tal vez bajemos un poco el alquiler!

        Pero Laura y Pedro ya habían cruzado la puerta.

        Mientras bajaban las escaleras, Pedro miró a su hijo y sonrió.

        —Bien hecho, campeón. Nos salvaste de una trampa.

        Tomás solo rió, sin entender que, gracias a su curiosidad, sus padres acababan de evitar un gran problema.

        ¿Y tú? ¿Alguna vez te han intentado engañar con un alquiler? Cuéntamelo en los comentarios. 😉

        Actividad de vocabulario

        Actividad de comprensión de lectura

        El Autobús que Javier no Esperaba Tomar y lo que Aprendió de él

        El Autobús que Javier no Esperaba Tomar y lo que Aprendió de él

        Vocabulario:

         

          1. Acercando: Movimiento o acción de aproximarse a algo o alguien.
          2. Salirse el corazón por la boca: Expresión que describe un estado de gran nerviosismo o ansiedad.
          3. Paso peatonal: Espacio señalizado en las calles para que los peatones puedan cruzar con seguridad.
          4. Peatón: Persona que transita a pie por las calles y espacios públicos.
          5. Embotellamiento: Congestión o acumulación de vehículos que impide el libre flujo del tráfico.
          6. Señal de tránsito: Indicación visual que regula el tráfico y orienta a conductores y peatones.
          7. Coche: Vehículo de motor utilizado para transportar personas o mercancías.
          8. Mientras: Palabra que indica simultaneidad entre dos acciones o eventos.
          9. Periódico: Publicación impresa o digital que informa sobre noticias y temas de actualidad.
          10. Prisa: Sensación de urgencia que lleva a realizar acciones rápidamente.
          11. Aunque: Conjunción que introduce una idea de concesión o contraste.

          ¿Alguna vez llegaste dos minutos tarde y perdiste el autobús, justo cuando tenías que llegar a tiempo para una reunión importante? Eso le pasó a Javier un miércoles por la mañana. Salió corriendo de su apartamento, mirando su reloj: 8:07. ¡Ya se había ido! Desde la esquina vio cómo el autobús desaparecía, y un nudo se le formó en el estómago. Iba a llegar tarde, y sentía que el corazón se le iba a salir por la boca. ¿Qué haría ahora?

          Justo cuando estaba por rendirse, escuchó el sonido de otro autobús acercándose. No era el que tomaba normalmente, pero pensó: “¡Ya qué! Algo es algo”. Decidió subirse. Aunque la ruta era más lenta de lo que esperaba, pensó que al menos no estaba parado, mirando cómo se alejaba el autobús anterior.

          El tráfico parecía detenerlo una y otra vez. Cada vez que llegaban a un paso peatonal, el autobús se detenía para dejar pasar a los peatones. Y claro, el típico embotellamiento hizo su aparición. El conductor respetaba cada señal de tránsito, y los coches a su alrededor no ayudaban en nada. Javier sentía que el tiempo se le escapaba de las manos.

          Um homen velho lendo o jornal na praça

          Pero algo pasó. Mientras el autobús avanzaba a paso de tortuga, Javier notó que en una de las calles aledañas había una pequeña plaza llena de árboles, con un banco donde un hombre mayor leía un periódico, completamente ajeno al estrés del tráfico. El contraste con la prisa que sentía lo hizo detenerse a pensar. En lugar de seguir sintiendo que el tiempo se le escapaba, decidió que quizá, solo quizá, podía disfrutar del ritmo más lento del día. Sabía que iba a llegar tarde, y aunque no podía hacer nada para cambiarlo, decidió que lo mejor era disfrutar del viaje y de las pequeñas sorpresas que la ciudad tenía para ofrecer.

          Al final, llegó tarde a la reunión, sí, pero con una sonrisa. A veces, lo que parece un desastre, termina siendo una oportunidad para ver la vida desde otra perspectiva.

          Actividad de vocabulario

          Actividad de comprensión de lectura

          Promesas Faraónicas, Risas y Cervezas: ¿Quién Dijo que no se Puede Empezar el Año con Caos?

          Promesas Faraónicas, Risas y Cervezas: ¿Quién Dijo que no se Puede Empezar el Año con Caos?

          Vocabulario:

           

            1. Empezar: Iniciar algo, dar comienzo a una acción o actividad.
            2. Borracho: Persona que ha consumido demasiado alcohol y ha perdido el control de sus facultades.
            3. Mientras: Expresa simultaneidad entre dos acciones o situaciones.
            4. Vaso: Recipiente usado para beber líquidos.
            5. Ahorrar: Guardar dinero o recursos para usarlos en el futuro.
            6. Ceja: Parte del rostro que está sobre los ojos, formada por vello.

            ¡Feliz Año Nuevo 2025! 🎉 Espero que este año esté lleno de buenos momentos, grandes aprendizajes y mucha motivación para seguir aprendiendo español. Para empezar el año con buen humor, quiero contarles la historia de Pedro, Santiago y Tomás, tres amigos que, como cada 31 de diciembre, se reúnen para brindar por el año que termina. Ya bien borrachos, comienzan a compartir sus grandes propósitos, metas tan ambiciosas como imposibles de cumplir, mientras el entusiasmo les dura menos que una lata de cerveza.

            El ritual de las promesas

            Pedro comienza con su clásica determinación (y un vaso en la mano):
            —Este año todo va a ser diferente. Yo voy a dejar de fumar, voy a hacer ejercicio todos los días y voy a ahorrar mucho dinero.

            Santiago, que ya lo ha escuchado antes, levanta una ceja.
            —¿Otra vez con lo mismo, Pedro? Lo dijiste el año pasado.

            —¡Pero esta vez sí voy a hacerlo! —responde Pedro con entusiasmo—. Además, voy a aprender a cocinar para comer más saludable.

            Los sueños románticos de Santiago

            Luego, Santiago toma la palabra con un brillo especial en los ojos.
            —Yo este año voy a casarme.

            Tomás, sorprendido, lo interrumpe:
            —¿Casarte? ¿Con quién?

            —Todavía no sé, pero voy a encontrar a la persona ideal —dice Santiago, convencido—. Voy a hacer mi perfil en Tinder, alguna chica linda se va a enamorar de mí y nos vamos a casar.

            Pedro no puede evitar reír.
            —¿Tú? ¿Vas a colocar una foto de tu hermano? jajaja.

            —Ya lo verás —responde Santiago con confianza—. Además, después de la boda, voy a llevarla a París en nuestra luna de miel.

            Moça bonita na tela do celular com Tinder

            El turno de Tomás

            Tomás, como siempre, se une a la conversación con sus propias metas:
            —Pues yo voy a aprender francés este año. Voy a estudiar cinco palabras todos los días. Y, quién sabe, tal vez me enamore de una francesa.

            Pedro se burla:
            —¿Qué pasa este año? ¿Todos van a casarse menos yo?

            La tradición continua

            A pesar de las bromas y risas, los tres amigos terminan abrazándose, prometiendo que esta vez sí van a cumplir sus propósitos. Pero, como siempre, enero pasa, y los planes quedan en el olvido: Pedro sigue fumando, Santiago no hace su perfil en Tinder y Tomás apenas recuerda decir “bonjour”.

            En esta historia, Pedro, Santiago y Tomás usan la estructura IR + a + infinitivo para hablar de sus metas:

            • “Voy a dejar de fumar.”
            • “Voy a casarme.”
            • “Voy a aprender francés.”

            ¡Recuerda! el uso de la preposición A, en esta estructura es obligatoria.

            ¿Tú qué opinas? ¿Crees que este año sí lograrán sus objetivos? Y hablando de propósitos, ¿tienes algún plan para el 2025? Escríbelo en los comentarios utilizando la estructura ir + a + infinitivo y comparte tus metas con nosotros. ¡Vamos a empezar el año practicando español!

            Actividad de vocabulario

            Actividad de comprensión de lectura